Mi compañero de redacción es un robot: IA y periodismo

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Hace un mes en Internet se hicieron virales imágenes de dinosaurios, como las que ves arriba. Estos reptiles, que lucían ropa y accesorios propios a una profesión, despertaron la ternura y el humor de los internautas.

Ante esta tendencia, muchas personas se preguntaron si eran memes, stickers o imágenes creadas por un famoso ilustrador, pero pocos imaginaron que fueron hechas por una Inteligencia Artificial (IA).

Esta nueva herramienta ha generado un debate existencial que crece tan rápido como se crean nuevas versiones. Su llegada ha cautivado a quienes la exploran con emoción y curiosidad, e incluso, algunas empresas ven en ella una opción para facilitar procesos y evalúan la posibilidad de implementarla en su cadena de producción. 

Sin embargo, esta tecnología ha traído consigo una serie de incertidumbres para distintas profesiones: diseñadores, programadores, periodistas, entre otros tantos, que han visto con expectativa cómo su trabajo lo puede realizar un robot. Independientemente de la calidad o la veracidad estas plataformas que programan, generan imágenes y escritos cada vez son usadas con mayor frecuencia por la gente.

Fundación Para La Libertad de Prensa, Flip