En lo que va de los primeros tres meses del año, según el informe del Mercado de Vivienda Nueva, que reveló la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), la situación es bastante incierta en lo que respecta a la venta de vivienda, ya que en primer trimestre de este 2023, se han comercializado sólo 21.728 unidades, una de las cifras de mayor descenso en los últimos años.
Una de las causas de la gran desaceleración en la venta, es el alto costo del suelo y los materiales de construcción, sumado a la incertidumbre que ha generado los programas de subsidio de vivienda del Gobierno, en los que se han realizado cambios que han afectado al sector, a esto se debe adicionar la inflación y el bajo índice de ahorro de los colombianos.
Otro factor que desestimula la adquisición de créditos hipotecarios, es el alza en las tasas de interés, mientras en 2022 estaban al 11.6% en la actualidad oscilan en el 16.7%.
Por otro lado, la caída de vivienda VIS no tiene precedente, de hecho, se está vendiendo menos que en la crisis de hipotecas de alto riesgo menos un 30 % y del petróleo -3 %; incluso, se están comercializando menos viviendas que en pandemia -23,4 %, a lo que se suma una caída de las ventas en los mercados regionales. Si continúa esta dinámica, la proyección de la comercialización de VIS será menor a 100.000 frente a las 172.000 del 2022.
Por ejemplo, en Bogotá un proyecto en promedio se vendía entre siete y diez meses, dependiendo el segmento, porque si era VIS se vendía en 5,3 meses, pero al día de hoy, un proyecto VIS está tardando 18 meses. La venta de vivienda en la ciudad se está demorando tres veces más.
Todo lo anterior muestra que además el panorama en Bogotá, no es más alentador con las ventas de nuevos proyectos ya que estos caen estrepitosamente y afecta en gran medida la economía, ya que la construcción en Bogotá es un sector transversal que le irriga algo más de 200.000 empleos directos a la fuerza laboral de la ciudad; así las cosas, es un nicho que es pieza angular del engranaje productivo, ya que para este sector, se requieren servicios de más de treinta sectores de la economía: siderúrgico, cementero, químicos, petroquímicos, entre otros; así mismo, se nutren otros afines, como lo son: mobiliarios, servicios profesionales, de arquitectura, legales, diseños, etc. En síntesis, más de un 50% del aparato productivo de la ciudad se dinamiza. Por tanto, cuando un sector neurálgico y fundamental de la economía, como lo es la construcción, evidencia grandes signos de descenso es señal de alarma para todos, por lo cual actualmente muchos colombianos tienen intención de invertir especialmente en Estados Unidos, en donde se ha incrementado, especialmente en propiedad raíz. En un 35 % aumentó el número de familias colombianas que se quieren radicar en Estados Unidos y comprar vivienda allí.
Comprar propiedades inmuebles en Estados Unidos a modo de inversión es una tendencia que sigue creciendo para los colombianos, de hecho, en mayo los inversionistas nacionales representaron el 15% del mercado inmobiliario en la ciudad de Miami.
En otras palabras, cuando los inversionistas proceden de una economía con moneda volátil, y una desaceleración en la venta de vivienda de su propio país, trasladar el ahorro a ladrillos en un país seguro, genera tranquilidad. Se ha visto un aumento del 34% respecto al año anterior en inversiones de colombianos en la ciudad de Miami y en momentos de caída de venta de vivienda en Colombia, los bienes raíces en Estados Unidos, se han convertido en la opción número uno de las personas que desean proteger su patrimonio y emigrar a futuro a los Estados Unidos.
Edgar Pulido, director internacional de la firma norteamericana Latam en USA afirma que: “existen oportunidades en distintos sectores de la industria inmobiliaria, más específicamente en sectores menos especulativos que los condominios y de más oportunidad, como aquellos que atienden a necesidades post -COVID, como el de apartamentos o Multifamily en centros urbanos cercanos a centros de trabajo y universidades”.
Actualmente, hacer inversiones en finca raíz en Estados Unidos es la elección más conveniente para los colombianos, ya que los precios de las viviendas en Estados Unidos se incrementan, por ejemplo según la Federal Housing Finance Agency -FHFA-, hubo un crecimiento de casi un 30%, evidenciando las oportunidades del país.