Nicaragua comenzó el recuento de votos de sus elecciones celebradas este domingo y marcadas por la ausencia de candidatos con posibilidad de arrebatar la presidencia a Daniel Ortega.
La hora oficial de cierre de los colegios electorales fue a las 18:00 hora local (00:00 hora GMT). Se espera que las autoridades nicaragüenses comuniquen los primeros resultados cerca de la medianoche.
Sin embargo, tras la detención de los principales líderes opositores en los últimos meses, la verdadera incógnita de esta jornada electoral será conocer el nivel de participación tras el llamado de la oposición a boicotear los comicios.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, emitió un comunicado este domingo en el que calificó la elección de “pantomima que no fue ni libre ni justa, y desde luego no democrática”. También la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea expresaron serias dudas sobre la legitimidad de los comicios.
“Solo el voto puede derrotar a los conspiradores que no quieren la paz y han sembrado de odio y muerte el país”, dijo Ortega en un discurso dirigido a la nación en plena jornada electoral.
Participación
Más de 4,4 millones de nicaragüenses estaban llamados a las urnas para elegir a su presidente y vicepresidente, 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano.
Las autoridades del país aseguraron que la jornada, que calificaron de “fiesta cívica”, transcurrió con tranquilidad y sin incidentes. Medios oficialistas aseguraron que la afluencia de votantes fue constante durante todo el domingo.
Sin embargo, medios como La Prensa de Nicaragua mostraron imágenes de centros de votación prácticamente vacíos y aseguraron que simpatizantes sandinistas dispusieron de camionetas para movilizar a votantes y ocultar el abstencionismo.
La oposición excluida de participar en las elecciones y nicaragüenses en el exilio lanzaron campañas pidiendo no votar “para no legitimar a la dictadura Ortega-Murillo”, así como no salir de sus casas y mantener las calles de Nicaragua vacías.
El observatorio Urnas Abiertas informó que se registraron “200 hechos de violencia política” en los centros de votación, como “la negación del ingreso a fiscales opositores o intimidación de paraestatales”, mientras que la opositora Unidad Nacional Azul y Blanco indicó altos niveles de abstención.
No fue fácil documentar el transcurso de la jornada electoral debido a que apenas se permitió el ingreso de prensa extranjera a Nicaragua ni la llegada de observadores internacionales independientes. En su lugar, el gobierno invitó a dos centenares de “acompañantes electorales” de distintos países.
“(Voto) para ratificar el proyecto de los pobres, el proyecto del Frente Sandinista, y para que continúen más victorias para nuestro pueblo, que se lo merece”, le dijo Laura Valdez, una ciudadana nicaragüense, a la agencia Reuters en Managua.
“Las elecciones son un circo electoral, ya tienen todo tramado. Pero Nicaragua se levantará como el ave fénix del polvo”, dijo en cambio María Matute, una nicaragüense que vive en Costa Rica como otros miles de compatriotas y que participó en una marcha de protesta en San José este domingo a la que asistió BBC Mundo.
Ortega y su esposa Rosario Murillo, candidata a repetir como vicepresidenta, ejercieron su derecho al voto en Managua entre aplausos de simpatizantes y sin usar cubrebocas.
A continuación, ofrecieron un discurso en el que el mandatario volvió a calificar de “intento de golpe terrorista” las protestas contra su gobierno en abril de 2018, atacó a los opositores y criticó las sanciones de Estados Unidos.
“Se vistan como se vistan, son demonios que optan por la violencia, la destrucción y las campañas para que Nicaragua se vea envuelta de nuevo en enfrentamientos violentos y guerra”, aseguró.
El presidente estadounidense, Joe Biden, hizo por su parte un llamado “al régimen de Ortega-Murillo para que tome medidas inmediatas para restaurar la democracia en Nicaragua y para que libere inmediata e incondicionalmente a los encarcelados injustamente”.
Hasta entonces, Estados Unidos “utilizará todas las herramientas diplomáticas y económicas a nuestra disposición para apoyar al pueblo de Nicaragua y responsabilizar al gobierno de Ortega-Murillo y a quienes facilitan sus abusos”, agregó.
Sin líderes de oposición
Ortega compite por la presidencia con cinco candidatos desconocidos. Algunos de ellos son señalados de ser colaboradores del gobierno.
Los sietes aspirantes a candidatos presidenciales con más posibilidades fueron arrestados o encarcelados en los últimos meses, acusados de cargos como “traición a la patria”, conspiración contra la “integridad nacional” o lavado de dinero.
Ortega justificó en junio la ola de detenciones de opositores argumentando que eran “criminales” que quieren derribar a su gobierno.
“Independientemente del pensamiento político o religioso de cada quien, tienen ahí diferentes partidos donde escoger para colocar su voto. Y de esa forma estamos enterrando la guerra y dándole vida a la paz”, respondió Ortega este domingo.
Una encuesta de CID-Gallup realizada a mediados de octubre reveló que, de haberse permitido presentarse a los líderes opositores, solo un 17% habría votado por Ortega frente a un 65% que hubiera apoyado a alguno de los candidatos de oposición.
Además, solo el 9% de los consultados afirmó simpatizar con el partido oficialista, una de las cifras de apoyo más bajas de la historia de la formación.
Por su parte, el 76% consideró que la reelección de Ortega carecerá de legitimidad y obtendrá poco o ningún reconocimiento nacional e internacional.
Yahoo Noticias Redacción – BBC News Mundo Fotos internet Redacción – BBC News Mundo