“No tengo ganas de morirme”, dice Mujica al recibir distinción de Argentina

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El exmandatario uruguayo José “Pepe” Mujica (2010-2015) recibió este miércoles, de manos del presidente de Argentina, Alberto Fernández, la más alta condecoración de ese país, tras lo que afirmó: “Este reconocimiento no es para este viejo, es del pueblo argentino a mi pueblo”.

“Estoy veterano, pero no quiero darle chance a la muerte. Ella vendrá a buscarme un día de estos, pero no le voy a facilitar el juego, porque, con todos sus avatares, la vida es hermosa y hay que tener conciencia de que se nos está yendo, que probablemente venimos de la nada y a la nada volvemos”, señaló el popular exguerrillero y también exsenador en un acto en la Casa Rosada, sede del Gobierno argentino en Buenos Aires.

Fue en enero pasado cuando, a través de un decreto, se anunció oficialmente la decisión de condecorar al exmandatario, de 86 años, con el Collar de la Orden del Libertador San Martín -que se otorga a soberanos o jefes de Estado por los servicios prestados al país o a la humanidad- por “su vasta trayectoria y en su conducta ejemplar durante su vida pública”.

Pero la pandemia de covid-19 retrasó hasta hoy la ceremonia de entrega. “Me van a perdonar, amigos, pero esta medallita pesa mucho”, comenzó diciendo el homenajeado y, entre las risas de los presentes -ministros y otros altos funcionarios argentinos- se quitó el collar antes de pronunciar su profundo discurso de agradecimiento.

“No tengo ganas de morirme. Ninguna, porque me gusta el vino tinto y desconfío que del otro lado no voy a poder tomar vino tinto, y me gustan otras pequeñas grandes cosas”, subrayó quien, tras estar casi 15 años en prisión por su actividad como guerrillero, llegó a ser diputado, senador, ministro y presidente de Uruguay tras ser liberado en 1985, con el retorno de la democracia.

“UN EJEMPLO DE DEMOCRACIA”

Alberto Fernández destacó a Mujica como “un personaje emblemático” por su “compromiso, conducta, resiliencia” y su “capacidad para superar momentos adversos en favor del conjunto social uruguayo”.

“Pepe es además, para los que amamos la política, un modelo de conducta: alguien capaz de nunca ceder a sus convicciones, pero no convertir sus convicciones en necedad”, agregó.

El mandatario peronista dijo que desde que llegó al poder, en 2019 -con la expresidenta Cristina Fernández (2007-2015) como vicepresidenta-, consideró que Argentina merecía dar “el más alto reconocimiento a un hombre inmenso que por ahí los uruguayos no se dieron cuenta pero que es un emblema en todo el mundo de lo mejor de la política, por su conducta, ética, convicciones y compromiso siempre con los más humildes”.

“Es para los argentinos además un presidente singular del Uruguay, porque fue capaz de volver a unir Argentina y Uruguay en un momento en que argentinos y uruguayos nos miramos de reojo”, recalcó ante Mujica, a quien definió como “un ejemplo de democracia”.

El exguerrillero llegó al poder cuando la relación bilateral vivía un difícil momento, por la oposición de los argentinos Néstor Kirchner primero y Cristina Fernández después a la construcción de un planta de celulosa en territorio uruguayo, junto a la frontera, durante el primer Gobierno de Tabaré Vázquez (2005-2010), de la misma coalición izquierdista que Mujica.

“Recibí en esta distinción no el reconocimiento de tu amigo Alberto, es el reconocimiento del pueblo argentino a lo maravillosa que ha sido tu vida. A todo lo que diste y lo que das, a tu generosidad y grandeza”, agregó Fernández, y definió a Mujica como un “actor central para que América Latina se una, crezca y enfrente a la globalización unida, preservando los intereses del continente antes que otros intereses”.

PREOCUPADO POR LA RELACIÓN BILATERAL

Mujica, que está retirado de la vida política pública desde octubre de 2020, aseveró que Argentina y Uruguay -actualmente gobernada por el derechista Luis Lacalle Pou- son “algo más que hermanos”, ya que nacieron “de la misma placenta”.

“Estoy preocupado por la relación de la Argentina con el Uruguay, porque soy viejo y aprendí alguna cosa. Cuando a la Argentina le va bien, le va bien al Uruguay, y al revés también”, agregó.

“Argentinos, por favor quiéranse un poco más, discrepen todo lo que quieran pero construyan, luchen por un nosotros, que son parte vital de nuestra América Latina”, afirmó.

A Fernández le definió como “un pastor de ovejas y conductor de un rebaño de leones, todo a la vez”, a quien “le toca timonear el barco en tiempos muy difíciles”.

“Pero quiero a la Argentina, quiero a América Latina, y estaré del lado permanente de aquellos que, con aciertos y errores, ponen toda la carne en la parrilla por un sueño de que en esta playa haya un poco más de justicia social y menos diferencias entre los iguales”, enfatizó.

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