La alianza electoral que encabeza el partido del presidente socialista, Daniel Ortega, ganó de forma abrumadora las 153 alcaldías que fueron disputadas en las elecciones del domingo en Nicaragua, según un informe oficial divulgados este lunes.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) informó en su sitio web que la alianza Nicaragua Triunfa encabezada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), obtuvo por primera vez el control de todos los municipios, incluida la capital Managua, que gobiernan desde hace más de dos décadas.
En el período anterior (2017-2022), el FSLN había ganado en 141 municipios, y en los últimos años los ediles de tres municipios de la oposición fueron sustituidos por sandinistas.
“Hemos concluido con éxito un ejercicio cívico y soberano”, afirmó en rueda de prensa la presidenta del CSE, Brenda Rocha, sobre la jornada electoral que se realizó el domingo sin incidentes.
Según el CSE, la participación fue de un 57,09% y la abstención del 42,91%.
El observatorio independiente Urnas Abiertas, por su parte, estimó la abstención en 82,7% y la participación en 17,3%, según un sondeo con un 95% de confianza.
Los dirigentes de oposición creen que el resultado electoral “consolidará” el poder Ortega en los gobiernos locales.
Más de 3,6 millones de nicaragüenses mayores de 16 años fueron convocados para elegir alcaldes, vicealcaldes y concejales en los 153 municipios del país, en un proceso que la oposición calificó desde el exilio como “una farsa”.
El CSE dijo que los sandinistas obtuvieron el 73,70% (más de 1,4 millones de votos) de los dos millones de votos que fueron validados durante la jornada.
El FSLN participó junto a cuatro partidos derechistas y que la oposición tilda de “colaboracionistas” y un partido indígena de las dos regiones del Caribe.
Según el bloque opositor Unidad Nacional Azul y Blanco, con su cúpula en el exilio, Ortega realizó “esta farsa municipal para afianzar su control absoluto” en el país.
– “Para quedarse en el poder” –
Ortega, quien gobierna desde 2007, obtuvo el año pasado un cuarto mandato consecutivo con sus principales rivales presos o en el exilio.
El mandatario de 76 años, que es acusado por sus rivales de autoritarismo y nepotismo, dijo que en estos comicios se estaba “votando por la paz”.
En opinión del disidente sandinista y académico independiente Oscar René Vargas, también en el exilio, Ortega trata de convencer a sus detractores que “está para quedarse en el poder” e impulsar, quizás, un diálogo, ante la crisis que vive el país desde las protestas opositoras de 2018.
El gobierno considera que el movimiento fue un intento de golpe de Estado con apoyo de Estados Unidos. Más de 200 opositores están presos.
La oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas (OACNUDH) expresó “preocupación” por denuncias sobre presuntas detenciones de al menos ocho personas durante el proceso electoral.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) lamentó el viernes “la falta de condiciones mínimas” para “la realización de elecciones libres” en Nicaragua.
Yahoo Noticias Agencias AFP Fotos internet AFP