Otro despertar con olor a muerte en Sangresquilla: sicarios mataron a cinco

828

Uno tras otro, día a día caen uno o mas cuerpos bajo las balas de los sicarios. Masacres desde que comenzó el año. No importa el sector. En cualquier parte y a cualquier hora matan a alguien.

Al lado de los asesinatos, atracos por doquier, en el establecimiento al que le toque, haya personas adultas o niños. La delincuencia ya no respeta pinta.

La criminalidad tiene sitiada a Barranquilla, a pesar de las buenas intenciones del alcalde Jaime Pumarejo Heins y los frecuentes consejos de seguridad y los anuncios de pago de recompensas.

¿Será que todo es por la mala situación del país?

La ciudadanía está aterrorizada.

A eso de las once de la noche del 19 de marzo, en pleno festivo de San José, asesinos en motocicletas llegaron hasta una fiesta en el barrio Villanueva, jurisdicción de La Loma, sector central del Distrito, muy cerca del Río Magdalena, y dispararon sin mediar palabra y sin ningún tipo de misericordia. Aprovecharon el ruido del picó para confundir el sonido de las balas de la muerte con la musica.

Cayeron sin vida Albeiro Enrique Guerreo, Moisés Rafael Pacheco De La Cruz, Dailes Mar Coronel Álvarez, Georgina Ortiz Berrío, y Ludy Del Carmen Londoño Muñoz, de acuerdo con el parte de las autoridades. Por lo menos quince personas más quedaron heridas tendidas en el piso donde minutos antes bailoteaban.

Según el portal zonacero.com los heridos fueron identificados como Miguel Ángel Castillo Bradford, Brandon Steven Gómez Vergara, Heliodoro Oliveros Rodríguez, Jhon Jaime Polo Perea, Fernando Antonio Rocha Aconcha, Walberto Romero Arriguez, Yudis Patricia Barón Rivera, Zuleimy María Arroyo Durán, Daniel De Jesús Beleño Romero, Jenyfer Paola Cervantes González, Diana Patricia Coronado Villanueva, Juan Carlos Suárez Arriguez, Wilson Montes Genes y Clara Navarro Aconcha.

Y como siempre, la misma hipótesis de las autoridades. Es probable que se trate de una retaliación entre bandas criminales. Detrás de esa versión, un nuevo anuncio sobre el pago de una recompensa de 50 millones de pesos a quien entregue información sobre autores intelectuales y materiales.

En el alto y el bajo mundo, los comentarios giran alrededor de la falta de contundencia de la inteligencia para detectar los movimientos sanguinarios, la operación de cuerpos de motociclistas entrenados para matar y el desembarco periódico de jefes de las distintas mafias que desde la ciudad evalúan el comercio ilegal de drogas y se vengan de quienes creen se han salido del cauce o colaboran con las autoridades dando cuenta de embarques de coca a cambio de protección y beneficios legales.

Lo que es claro es que Barranquilla o Sangresquilla como bien podría llamársele hoy a la ciudad ensangretada por el sicariato, no escapa a lo que ocurre en el resto del país con la persecución a las bandas criminales y más ahora cuando el Gobierno del Presidente Petro ha reanudado la guerra contra el Clan del Golfo, una de las bandas del narcotráfico más poderosas de América Latina que surgió con el desmoronamiento de los paramilitares y la mezcla con sectores por fuera de los reductos tradicionales de la izquierda y la derecha.

Barranquilla pide un alto. Un alto en el derramamiento de sangre y la locura suelta del sicariato.

Foto tomada de Pinterest