Bogotá, julio de 2025. El sector asegurador continúa siendo un actor clave en el desarrollo económico del país.
Así lo demuestra el más reciente informe emitido por la Superintendencia Financiera, que revela que, con corte a abril de 2025, esta industria registró utilidades por $1,9 billones, superando en $1,7 billones el valor reportado en el mismo mes de 2024.
Según la entidad, “las líneas de negocio que aportan en mayor proporción al crecimiento de las primas de la industria aseguradora son terremoto, aviación, SOAT, riesgos laborales, pensiones Ley 100 y salud”.
Este desempeño refleja no solo la solidez del sector, sino también el papel cada vez más estratégico que juegan los seguros en la economía, la protección y la sostenibilidad de las empresas del país.
Del riesgo tradicional a los desafíos emergentes
En un entorno empresarial cada vez más expuesto a riesgos complejos y dinámicos, los seguros especializados han dejado de ser una opción para convertirse en herramientas indispensables para la continuidad y protección del negocio.
“Hoy en día, las empresas enfrentan amenazas que van más allá de los riesgos tradicionales: los ciberataques, las interrupciones operacionales, las demandas legales, el daño reputacional y los problemas de clima laboral se han vuelto amenazas latentes que pueden afectar la sostenibilidad del negocio. Esta realidad ha impulsado una adopción más amplia de seguros especializados. Sin embargo, es necesario trabajar aún más en aspectos como la baja conciencia de riesgo, la percepción de alto costo y el desconocimiento de coberturas”, asegura Mario Casas Maldonado, gerente general de MCM Seguros.
Frente a este panorama, productos como el seguro cibernético se han vuelto prioritarios ante la prevención de ataques digitales, extorsiones y fugas de información. A su vez, los seguros de vida grupo empresarial y salud colectivo permiten a las empresas proteger el bienestar financiero y físico de sus colaboradores, fortaleciendo su propuesta de valor y su competitividad laboral.
Para garantizar la continuidad operativa y la estabilidad accionaria ante un evento fortuito que afecte a un socio clave, existe el seguro de vida para socios. Por su parte, la póliza de responsabilidad civil para directores y administradores (D&O) protege a los miembros de la administración contra reclamaciones formales por decisiones administrativas presuntamente incorrectas. Estos seguros no solo mitigan riesgos, sino que también aseguran la dirección y sostenibilidad empresarial en tiempos de incertidumbre.
Seguros para PYMES: del requisito legal a la estrategia empresarial
Si bien las grandes y medianas empresas lideran la contratación de seguros más allá de lo obligatorio, muchas PYMES aún se limitan a las coberturas mínimas exigidas por ley. No obstante, comienza a percibirse un cambio cultural: seguros como vida grupo empresarial y salud colectivo se han posicionado como parte del salario emocional y como un diferencial clave en la retención de talento, especialmente tras la pandemia.
“Mientras que algunas PYMES aún ven los seguros como un requisito legal, las empresas con una visión más amplia los entienden como una inversión inteligente en sostenibilidad y resiliencia. La tendencia apunta a una cultura empresarial más proactiva, centrada en la prevención, la protección de activos intangibles y el bienestar humano. Más que una medida reactiva, el seguro se convierte así en un componente central de la estrategia de continuidad y competitividad empresarial”, concluye Mario Casas.
Bienestar laboral y productividad empresarial
Los seguros relacionados con el bienestar —como salud, vida grupo empresarial, exequias, ahorro y accidentes personales— se han convertido en aliados clave en la gestión del clima laboral y la productividad. Estudios recientes muestran que el 72 % de los trabajadores en Colombia valoran los seguros de salud y vida como parte fundamental de su paquete de beneficios, y que el 53 % cambiaría de trabajo por beneficios significativos. Empresas como Adobe han registrado aumentos del 50 % en productividad tras implementar programas de bienestar integral.
Una visión empresarial centrada en la resiliencia
El 2025 ha sido un año importante en términos económicos: inflación controlada, presión fiscal, tasas de interés en ajuste y una economía global en transición. De este modo, también se presentan oportunidades: mayor rentabilidad de inversiones para las aseguradoras y una creciente demanda de productos de prevención, protección y ahorro.
En este contexto, las empresas que apuestan por una cultura de aseguramiento integral no solo estarán más preparadas para enfrentar situaciones imprevistas, sino que también construirán mejores entornos laborales y una ventaja competitiva real.
En situaciones cada vez más imprevistas e impredecibles, el seguro es una estrategia.