Un proyecto de ley fue radicado este martes en la Cámara de Representantes de Colombia para prohibir las mal llamadas terapias de conversión en el país que “atentan contra los derechos de la comunidad LGTB” y suponen “torturas”
“Esto sigue ocurriendo en Colombia y en nuestras narices”, dijo a Efe el congresista Mauricio Toro, quien fue el encargado de presentar el proyecto de ley, a tan solo unas semanas de que se acabe este periodo legislativo, junto un grupo de activistas.
Violaciones correctivas, exorcismos, “retiros espirituales”, ritos y otras prácticas similares son algunos de los Esfuerzos de Cambio de Orientación Sexual, Identidad de Género o de Expresión de Género (Ecosieg), la forma adecuada de referirse a las popularmente conocidas como “terapias de conversión”.
En este sentido, el proyecto busca sancionar a los profesionales y no profesionales de la salud que sometan a terapias de conversión y crear mecanismos sancionatorios y agravantes de tipo penal a partir de “definir exactamente” lo que son para evitar que las iglesias se escuden en que es su “libertad religiosa”.
Precisamente en este sentido Toro denunció al senador colombiano y candidato a la Presidencia, John Milton Rodríguez, que “administra sitios donde le quitan los derechos a las personas y donde los torturan”, donde se llevan a cabo este tipo de esfuerzos.
El texto insiste en que la homosexualidad o las identidades de género diversas no son una patología, no son una enfermedad que se pueda curar, algo reconocido por la Organización Mundial de la Salud.
Pero este proyecto de ley tiene que formar parte de “una política pública mucho más amplia”, que le proporcione herramientas a las familias y personas que se tengan que enfrentar a este tipo de situaciones, porque “muchas veces la reacción (de llevarlas a las ECOSIEG) viene del desconocimiento”.
Canadá, Brasil, Malta, Alemania, Ecuador y Argentina ya tienen legislación que prohíbe e ilegaliza las terapias de conversión que “están acabando con la vida de muchos jóvenes” del colectivo LGTB.
Sin embargo, es bastante improbable que el proyecto legislativo salga adelante, pues la legislatura termina el 20 de junio y este proyecto recién se radicó y tiene que pasar por varios debates parlamentarios antes de su aprobación.
Por eso, Toro y los activistas LGTB piden a los próximos congresistas que retomen estos esfuerzos y “antes de un año y medio se prohíban y se acabe con este flagelo y tortura que está ocurriendo en Colombia todos los días”, concluye Toro.
Agencia EFE Independent Foto internet EFE