Ranchería Yawacar recibe nueva sede educativa y Unidad Comunitaria de Atención

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Riohacha (La Guajira), octubre 23 de 2025. Con una inversión superior a los $2.900 millones, el Fondo Paz, con la asistencia técnica de Findeter, entregó a la comunidad de la Ranchería Yawacar en Manaure (La Guajira), una nueva sede de la Institución Educativa Nuestra Señora de Fátima, junto con una Unidad Comunitaria de Atención orientada al fortalecimiento de la educación y el bienestar infantil en la región.

Esta infraestructura beneficia de manera directa e indirecta a cerca de 500 personas, contribuyendo al cierre de brechas sociales y a la garantía del derecho a la educación en condiciones dignas para la niñez wayúu.

Esta obra, representa un paso importante hacia la equidad territorial, la inclusión social y el reconocimiento de la cultura wayúu como pilar del desarrollo local. Para la comunidad Yawacar, esta infraestructura es más que una construcción: simboliza la garantía de contar con condiciones dignas para la formación de los niños, niñas y jóvenes, y se convierte en una motivación para ampliar la cobertura educativa en las zonas rurales de La Guajira.

“Cumpliendo la palabra del presidente Gustavo Petro y del Gobierno del Cambio estamos llegando con nuestro compromiso de transformación territorial a La Guajira. Durante muchos años, este territorio fue sinónimo de ausencia del Estado. Pero hoy estamos demostrando que avanzar en dignidad sí es posible. Esta institución educativa y esta Unidad Comunitaria de Atención no son solo una obra. Son un símbolo de esperanza para las niñas, los niños, los jóvenes y las familias Wayuu”, expresó Sandra Fuentes, directora Fondo Paz.

Gracias a esta infraestructura, los estudiantes podrán acceder y continuar con la educación media (grados 10 y 11), algo que antes no era posible. La obra contribuye al mejoramiento de la calidad de vida, al fortalecimiento de los usos y costumbres indígenas, y a la formación de jóvenes con competencias para enfrentar los retos de un mundo globalizado.

La nueva sede educativa cuenta con un módulo multigrado con tres aulas de clase, un módulo de servicios con baterías sanitarias y zona administrativa, y un módulo de la unidad comunitaria de atención, que incluye dos ambientes pedagógicos y una cocina.

El diseño de esta infraestructura se creó como un homenaje a la cultura wayúu y a la sabiduría ancestral del territorio. Las formas circulares que caracterizan las aulas y módulos comunitarios evocan el espíritu colectivo de la ranchería, mientras que la espiral de sus recorridos simboliza el movimiento de la vida y el aprendizaje.

Cada muro, cada textura y cada color fueron pensados para dialogar con el paisaje árido y luminoso de La Guajira. Los bloques ventilados permiten que el viento recorra las aulas, ofreciendo confort térmico de manera natural; las cubiertas amplias brindan sombra y protección frente al sol; y los tonos terracota y arena integran la obra al entorno.

Este proyecto refleja cómo la infraestructura puede ser también un acto de reconocimiento cultural: una escuela que se levanta desde los valores del territorio, construida para enseñar, proteger y celebrar la identidad wayúu.

Este proyecto nació del diálogo con la comunidad: líderes, familias y estudiantes participaron en talleres donde expresaron sus sueños y expectativas, logrando que la nueva institución educativa se convierta en un reflejo de su cultura, su territorio y su esperanza.

En Findeter, como aliado estratégico del Gobierno Nacional, acompañamos a Fondo Paz en la ejecución de obras que reafirman el compromiso del Gobierno con la transformación social desde los territorios. Nuestro propósito es garantizar que el desarrollo llegue a cada rincón del país con respeto por la diversidad cultural y oportunidades reales para la niñez. Este proyecto representa la materialización de un sueño largamente esperado por la comunidad: ver a sus hijos acceder a una educación digna y de calidad, en instalaciones adecuadas que reflejan el amor y sentido de pertenencia hacia su territorio”, señaló el presidente de Findeter, Juan Carlos Muñiz Pacheco.

Con este tipo de proyectos, el Gobierno continúa avanzando en su propósito de cerrar brechas sociales y territoriales, llevando inversión, infraestructura y oportunidades a las comunidades históricamente excluidas. La educación, la infancia y la cultura son el camino para construir una Colombia más equitativa, incluyente y en paz.