Luego de dos años de ver cómo el mundo se transformó por cuenta de la pandemia, se hizo evidente que las habilidades de los colaboradores requerían cambios, por lo que las compañías a nivel mundial adecuaron sus estrategias de trabajo para que su personal lograra adaptarse a la denominada nueva normalidad.
Los datos provienen de un análisis del comportamiento entre más de 55 mil empleados en 23 países de Latinoamérica, realizado entre enero y octubre de 2021, donde se identificaron las temáticas más consultadas y qué tipo de habilidades están buscando los estudiantes para formarse.
La edad, fue clave para evidenciar ciertos factores de comportamiento, como por ejemplo, que los trabajadores entre 30 y 40 años son las personas que más inician y terminan cursos, sin embargo, la tasa de terminación de programas es mayor en los estudiantes de 50 a 60 años con casi 77%, seguido de los de 40 a 50 con más del 76%.
Por otra parte, la población mayor de 50 años recibe de manera positiva el formato de e-learning y son quienes más inician y terminan cursos evidenciando que se adaptan con gran capacidad a las metodologías virtuales y que el modelo e-learning funciona en todas las generaciones. No obstante, los estudiantes de 20 a 30 años tienen la menor tasa de finalización de cursos, ya que cada día, las nuevas generaciones exigen contenido más rápido, corto y ágil pero con calidad y utilidad.
“Con esta encuesta, logramos diferenciar lo que necesitamos potenciar a la hora de capacitar a nuestros consumidores. La formación tiene que ser un proceso continuo porque todo va cambiando como lo fue la pandemia, que nos tomó por sorpresa, pero que supimos enfrentar. Los resultados obtenidos en este reporte, evidenciaron lo que un trabajador requiere para mantenerse al día con nuevas habilidades o con el fin de mejorar otras”, señala Nicolás Quintero, Growth manager de Ubits.
Adicionalmente, las personas medidas por nivel educativo, con educación bachiller y técnica son quienes más completan sus cursos virtuales con un 75,6% y 75,4% respectivamente, evidenciando que aún sin tener acceso a educación superior o sin hacer parte de la base de la pirámide organizacional, valoran y aprovechan la capacitación que les ofrece su compañía permitiéndoles desarrollarse dentro de la misma. En cambio, los estudiantes con nivel de doctorado toman más cursos, en promedio 16 por persona, por lo que se evidencia que los colaboradores con estudios superiores no tienen tanto interés en acceder a capacitaciones empresariales, pero son quienes más los inician.
De otro lado, se demostró que las áreas de conocimiento más estudiadas por los trabajadores de Latinoamérica en el 2021 fueron productividad, comunicación y transformación personal. Mientras que en Colombia, los cursos que más buscaron los colaboradores de las compañías para capacitarse fueron en primer lugar, Transformación Digital: el impacto en las personas y la organización, en segundo lugar Despertar la conciencia y finalmente, en tercer puesto Activar la conciencia.
UBITS también realizó una encuesta para completar sus datos internos. Esta arrojó que los colaboradores de Latinoamérica prefieren continuar su formación corporativa, con cursos online, en un70.5%, ya que esta metodología les permite manejar su tiempo teniendo en cuenta que es uno de sus principales desafíos de acuerdo con el 54.6% de los entrevistados.
Por otra parte, casi el 40% de los estudiantes encuestados señaló que lo que más les gusta de su formación es la libertad que tienen de prepararse a través de la plataforma. Asimismo, más del 30% manifestó que les gusta la cantidad de contenidos que ofrecen y más del 29% les agrada el tipo de formato, ya que es rápido y de calidad.
Adicionalmente, se mostró que las habilidades que más les han funcionado en su formación empresarial a los colaboradores encuestados son frente a la comunicación efectiva con un 38.8%, adaptación al cambio con un 24.7% y finalmente, liderazgo con más del 24%; competencias que coinciden con las más demandadas por las empresas y organizaciones a raíz de la pandemia, lo que evidencia una clara tendencia y necesidad hacia estas temáticas.
Cabe recalcar, que el 44.3% determina lo importante que es aprender habilidades técnicas y blandas, en cambio, más del 35% asegura que las habilidades blandas como el liderazgo, la comunicación, la persuasión, entre otras, son prioridad para un desarrollo profesional mucho más equilibrado.
La pandemia impulsó una oportunidad para desarrollar muchas habilidades blandas y eso ha hecho que las personas busquen más cursos relacionados con mindfulness, inteligencia emocional, empatía, resiliencia y adaptación al cambio. Por lo que es clave comenzar a incluir este tipo de competencias en los planes de formación.
En 2019, los trabajadores buscaban cursos como por ejemplo, Ejercicios mentales para despertar la creatividad, La metáfora del Big Bang en la innovación, y El secreto de la productividad de Google. Sin embargo, con la llegada del Covid-19, cursos como Fundamentos de servicio al cliente, Ejercicios mentales para despertar la creatividad y Las 7 artes conversacionales de la comunicación asertiva, fueron los que más se consultaron. Posteriormente, bajo la denominada nueva normalidad y durante 2021, los módulos más buscados fueron Accountability para el desarrollo personal, Manejo del estrés y siete habilidades de un buen líder (Liderazgo).
“Es clave que los líderes de las compañías identifiquen las habilidades a desarrollar en sus trabajadores y fomenten la implementación de formación para ellos con la finalidad de mejorar las necesidades de la organización”, agrega Quintero.
Las habilidades blandas solían ser desarrolladas por iniciativa propia de los colaboradores y de manera genuina para enriquecer su desarrollo. Actualmente, las áreas de formación de talento están haciendo énfasis en la inclusión de habilidades blandas para desarrollar profesionales integrales que les ayuden a sobresalir como compañía.
Finalmente, el 98% de los colaboradores considera que estar en constante formación en sus empresas ha impactado favorablemente en su desempeño o productividad, incluso se demostró que la mejor forma de que una compañía crezca es realizando este tipo de inversiones para potenciar el desarrollo de su personal y lograr en conjunto sus objetivos.