Revive la gasolina de contrabando

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BOGOTÁ/SAN CRISTÓBAL – A medida que la industria petrolera de Venezuela se reanima, el mercado negro de la gasolina doméstica también lo está haciendo mediante el flujo de combustibles más baratos -aunque limitados- junto a los que siguen llegando desde Colombia, según fuentes y analistas.

Venezuela, que cuenta con las mayores reservas de crudo del mundo, ha sufrido ciclos de escasez de combustibles en años recientes tras décadas de mala gestión y falta de inversión, sumadas a sanciones impuestas por Estados Unidos.

La severa carestía ha llevado al gobierno del presidente Nicolás Maduro a imponer nuevos racionamientos y ventas minoristas en dólares desde 2020 para acortar las filas en las gasolineras, que suelen extenderse por horas o días.

En el estado occidental de Táchira, en la frontera con Colombia, todavía prospera un mercado negro de gasolina contrabandeada desde el país vecino.

“Aquí no se ve gasolina venezolana, se usa la gasolina colombiana”, dijo a Reuters un comerciante que vende combustible colombiano en el mercado negro para ayudar a criar a sus tres hijos.

En los años previos al casi colapso del mercado interno de combustibles de Venezuela, grupos en la frontera traficaban la gasolina subsidiada que produce la petrolera estatal PDVSA, reconocida por décadas como la más barata del mundo, hacia Colombia, donde los precios han sido históricamente más altos.

“Diez años atrás, cada pimpina de 25 litros o la gasolina que usted quisiera la compraba solo con monedas”, dijo a Reuters un contrabandista colombiano en el departamento Norte de Santander, vecino de Táchira, que pidió no ser identificado. Ahora “casi todo el mundo trabaja con gasolina colombiana”.

Pero a medida que la red de refinación de Venezuela da pasos hacia la recuperación, la gasolina doméstica comienza a competir de nuevo con el combustible colombiano de contrabando.

“Esto tiene que ver también, por una parte, con la reactivación de la industria petrolera venezolana, que ha venido presentando de alguna forma, no podemos decir que no, una mejoría”, dijo a Reuters Yessica Prieto, directora de proyectos e investigaciones del grupo colombiano de defensa de la energía Crudo Transparente.

La recuperación parcial de las operaciones aguas abajo de PDVSA está ocurriendo tras una mejor distribución de sus crudos, tanto para exportación como para refinación, mientras que algunos países, principalmente Irán, han ayudado a Venezuela con equipos de refinación y materia prima clave, dijo Prieto.

Trabajadores y fuentes en refinerías dijeron a Reuters que la producción de mezclas de gasolina y componentes en Venezuela se acercó brevemente a 160.000 barriles por día (bpd) a principios de enero, frente a los 82.000 bpd de diciembre, suficiente para satisfacer la demanda interna. Las refinerías de PDVSA también estaban produciendo unos 38.000 bpd de diésel.

NEGOCIO RIESGOSO

Más al norte, a lo largo de la frontera, la gasolina colombiana está comenzando a perder favoritismo entre quienes buscan tomar ventaja del acceso a las cuotas de combustible venezolano subsidiado que aún se vende en moneda local.

“Traer gasolina de Colombia para vender aquí en Zulia no es negocio, no da ganancias porque el precio es prácticamente igual”, dijo un conductor familiarizado con el tema, que lleva pasajeros desde la ciudad colombiana de Maicao hasta Maracaibo, la capital del Zulia.

A precios actuales, la gasolina venezolana en muchas estaciones en Zulia cuesta alrededor de 50 centavos de dólar el litro para clientes regulares, mientras que un litro en Colombia cuesta alrededor de 60 centavos de dólar, dijo el conductor.

Vendedores de gasolina en el mercado negro del Zulia se han venido asociando con personas que tienen acceso frecuente a cuotas mensuales de combustible subsidiado o entregada de forma gratuita a clientes prioritarios.

Los revendedores pagan a la gente 10 centavos de dólar por litro y luego cobran hasta 80 centavos por litro en el mercado negro, dijo Gustavo, un vendedor que se negó a dar su nombre completo.

“Por eso ya no traemos gasolina de Colombia”, dijo Gustavo. “Porque es más barato pagarle 10 dólares a la gente por su cupo (y la vendemos a 80 centavos dólar el litro). Prácticamente no nos cuesta nada”, agregó.

Quienes venden gasolina venezolana en el mercado negro corren cada vez riegos más altos. El gobierno de Maduro ha anunciado medidas enérgicas contra los desvíos de combustible desde las refinerías de PDVSA y las ventas ilegales en las estaciones, que apenas cubren la demanda.

“Hay que cuadrarse con los militares o los dueños de las bombas porque la orden que hay es cárcel para los bachaqueros” o contrabandistas, dijo Gustavo.

La semana pasada, el ministro de Petróleo de Venezuela, Tareck El Aissami, dijo que tres venezolanos fueron arrestados tratando de contrabandear gasolina a Colombia.

El contrabandista colombiano no tenía conocimiento de que la gasolina venezolana estuviera cruzando la frontera, pero dijo que estaban pasando pequeños volúmenes de diésel.

Sin embargo, las personas involucradas en el contrabando dijeron que los cambios recientes en el flujo no durarán.

“Seguramente volveremos a traer de Colombia porque hay muchas colas y no está llegando casi gasolina”, dijo Gustavo.

(Reporte de Oliver Griffin en Bogotá, Anggy Polanco en San Cristóbal y Mariela Nava en Maracaibo. Editado por Vivian Sequera y Javier

Leira)

Por Oliver Griffin, Anggy Polanco y Mariela Nava

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