Sopó, Cundinamarca – En un país donde emprender significa arriesgarlo todo, espacios como el Mercadito del Emprendedor en el Outlet Arauco Sopó se han convertido en aliados fundamentales del talento local.
Desde hace siete años, esta iniciativa abre una vitrina única para que pequeños productores de la Sabana muestren sus proyectos, conecten con el público y encuentren nuevas oportunidades de crecimiento.
Uno de esos casos es Merlada, un emprendimiento familiar que nació en la cocina de una casa y hoy se posiciona como un esparcible artesanal, saludable y sofisticado. Creada por Sebas y su familia, Merlada rompe con la idea de que la mermelada es solo un producto dulce y repetitivo.
Sus recetas, elaboradas con más de un 70% de fruta real, endulzadas con alulosa e inulina y realzadas con flor de sal y especias de alta gastronomía, han sorprendido a los consumidores que buscan experiencias distintas.

“Merlada no es una mermelada más, es innovación y bienestar en un frasco. Queremos que cada combinación lleve un pedazo de Colombia a la mesa, de una forma más saludable y sofisticada”, explican sus fundadores, quienes ya han recibido reconocimientos como el Fondo Emprende del Sena y el Capital Semilla de Cajicá.
El ingreso al Mercadito del Emprendedor representa un paso clave en la consolidación del proyecto. Allí no solo encontraron un espacio para comercializar, sino también acompañamiento y una comunidad que valora lo hecho en la región.
Con sabores que combinan frutas locales con ingredientes internacionales como la vainilla de Tahití y la flor de sal de Guérande, Merlada es ejemplo de cómo los sueños trabajados con disciplina pueden convertirse en marcas con propósito.