Se marchó Carmenza Duque hacia su cielo rojo

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Carmenza Duque. Foto tomada de https://www.lapatria.com/

Por Óscar Javier Ferreira Vanegas

Triste noticia la partida de nuestra gran amiga y compañera Carmenza Duque, sucedida en la ciudad de Nueva York. Carismática, afable, sincera y talentosa, escribió una bella historia en el mundo artístico colombiano.

Carmen Elvira Duque Uribe, quien sería conocida en el mundo musical como Carmenza Duque,  había nacido en Manizales, Caldas, el 17 de marzo de 1951, y se dedicó a la noble profesión del canto y, muy esporádicamente a la actuación. 

Su voz impresionó  a las monjas del colegio Sagrado Corazón en Manizales, donde cursaba su educación primaria, y la ponían a cantar en toda ocasión.  Una empresa publicitaria  le grabó un disco especial  de circulación cerrada que fue escuchado por un productor de la compañía discográfica Codiscos, proponiéndole la firma de un contrato de exclusividad. Cómo aún era una menor de edad,  su padre tuvo que firmar el contrato como su tutor. A lo largo de su carrera, Carmenza grabaría 40 producciones discográficas, incluyendo un disco con obras del maestro Jorge Villamil, grabado para Discos Bambuco, de Eduardo Calle.

Carmenza Duque se  convirtió en una de las figuras más deslumbrantes de la balada, por su voz y su personalidad. En 1970, ganó el  Festival de Ancón, en Perú,  como mejor voz. El  reconocido compositor Alfonso de la Espriella Ossío, se refiere a ella  en su libro “Historia de la música en Colombia a través del bolero”, y comenta:  “Carmenza Duque es una intérprete de variado estilo con una imponente y matizada voz que le ha permitido triunfar en nuestro país y fuera de él”. El cronista musical  José I. Pinilla en su libro “Cultores de la música colombiana”, dice: “En las postrimerías del imponente Nevado del Ruiz inició la joven a brindar canciones, primero a sus compañeras de estudio, luego a familiares y finalmente al público, que a medida que ella crecía con su arte le brindaba su estímulo. Seleccionó temas románticos y modernos que en pocos meses tuvieron gran acogida en Colombia y el exterior”.

Carmenza Duque  fue una de las preferidas de Otto Greiffenstein, en su programa “La Noche Fantástica”,  que se emitía por Caracol Radio. Por un acuerdo con el padre de Carmenza (por ser aún menor de edad), Otto no decía su nombre, sino que la anunciaba como “La Voz Fantasma”, dándole gran popularidad.

Carmenza Duque inició  su meteórica carrera en 1970, a lo largo de la cual llegó a imponer grandes éxitos como ‘Yo no me vuelvo a enamorar’, “El amor es para los dos”, y el espectacular  “Cielo rojo” que se colocó en los primeros lugares de preferencia. A la lista se sumaron  “Una mujer”,  “Zamba de mi esperanza” y “Quiero abrazarte tanto”. También deslumbró su voz interpretando  boleros como “Motivos”, “Soy lo prohibido” y “Miénteme”. En 1979, participó en el programa “Correo cultural”, dirigido por Gloria Valencia de Castaño, que se emitía por la emisora HJCK, donde rindió homenaje al compositor Carlos Vieco, pues amaba la música colombiana.

Carmenza Duque, también grabó en su melodiosa voz canciones andinas colombianas y música ranchera,  acompañada por el famoso  Mariachi Vargas de Tecalitlán. Sus grabaciones se caracterizaron por el acompañamiento de grandes orquestaciones.

En 1986, debutó  en  la película ‘El niño y el Papa’, dirigida por Felipe López, en la que se registra su brillante actuación cantando para el Papa Juan Pablo II, en su visita a Colombia. En esa ocasión debutó vestida con un traje blanco de encajes y cintas en la cabeza.

Fue muy comentado su romance con el famoso presentador Fernando González Pacheco. Carmenza contrajo matrimonio con Jorge Alberto Gutiérrez Gómez,  estudiante de derecho, quien no estaba muy de acuerdo con su carrera músical. Su matrimonio duró 18 años, y le dejó dos hermosos hijos: Simón y María. Tras la enfermedad de su hijo Simón, se dedicó a apoyar obras filantrópicas dirigiendo  una fundación dedicada a atender a población infantil con leucemia.

Sobre su vocación artística había dicho: “Nací y moriré con mi música… pa’ tras ni pa bailar tango”.

Honor y gloria a la gran CARMENZA DUQUE