Sembrando vida en el Amazonas: la comunidad Tayazú adelanta su revolución verde

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En el corazón del Amazonas una brigada especial está en marcha. Se trata de 300 integrantes de la comunidad Tayazú, situada a dos horas y 45 minutos de Mitú, la capital del departamento de Vaupés.

Ellos han entregado sus días en preservar nuestro patrimonio más valioso: el natural. Y es que allí, ellos han sembrado más de 89.000 árboles nativos, regenerando más de 1.500 hectáreas de bosque húmedo tropical, lo que equivale a 2.000 campos de fútbol. Cada especie es aprovechada de acuerdo con sus necesidades y ofrece diferentes beneficios a las comunidades y al ecosistema entero.

El Copoazú, árbol frutal de hasta 18 metros (tres veces la altura promedio de una jirafa) ofrece frutos durante todo el año, los cuales son aprovechados en su totalidad por las comunidades; el Cacao es un árbol que florece y fructifica a lo largo del año, es muy apetecido, ya que las comunidades y los animales se alimentan de él; y el Mariche es una palma de gran importancia para las comunidades indígenas y el ecosistema, se utiliza para obtener mojojoy, una larva comestible, y sus frutos se utilizan para preparar jugos; estos son algunos de los árboles que día a día, con el acompañamiento de Saving the Amazon, se siembran con las diferentes comunidades de la selva.

Además de los árboles frutales, en las comunidades también se siembran maderables, “los maderables son con los que antiguamente los viejos hacían las canoas, sacaban su asiento para sentarse, entonces de los frutales son lo que los niños consumen, vienen creciendo detrás de uno, eso es de vital importancia para nosotros los sembradores de árboles” afirmó Jorge Manuel Villa Prieto integrante de la comunidad Tayazú.

Esta actividad de siembra es impulsada por el Banco de Bogotá desde hace más de 3 años, tiempo en el que se han capturado más de 16.000 toneladas de CO₂, equivalentes a retirar de circulación más de 3.000 vehículos durante un año.

“Sembrar árboles es maravilloso porque contribuye a un ambiente más saludable, además puedo ver cómo crecen y se convierten en un hábitat para los animales y también ayuda a combatir el cambio climático” cuenta Daisy, quien con su familia ha sembrado 480 árboles.

Es así como las familias de la comunidad indígena Tayazú hacen parte de un propósito superior con el que se busca reforestar el pulmón del mundo.

“El impacto ambiental y social que se ha generado en la Amazonía colombiana no sería posible sin el compromiso de las más de 62.000 personas que con nuestra Tarjeta Débito Verde destinan el 1% de sus compras a este gran proyecto de reforestación. Además, por cada árbol sembrado, desde el Banco de Bogotá donamos uno adicional, sumando acciones que, al combinarse, generan un cambio significativo” afirmó César Prado, presidente de Banco de Bogotá.

Así es como las comunidades indígenas, las personas que tienen su tarjeta Débito Verde, Banco de Bogotá y Saving the Amazon unen sus esfuerzos para impactar positivamente el medio ambiente y asegurar que las generaciones venideras se beneficien de estos ecosistemas, demostrando que el cambio está en las manos de quienes actúan.