El Senado de Estados Unidos aprobó el domingo un amplio proyecto de ley de 430.000 millones de dólares destinado a combatir el cambio climático, reducir los precios de los medicamentos y aumentar algunos impuestos corporativos, una gran victoria para el presidente Joe Biden que los demócratas esperan que ayude a sus posibilidades de mantener el control del Congreso en las elecciones de este año.
Tras una maratónica sesión de dos días de debate el fin de semana y los esfuerzos republicanos para descarrilar el paquete, el Senado aprobó la legislación conocida como “Ley de Reducción de la Inflación”, con una votación de línea partidaria de 51 a 50, con la vicepresidenta Kamala Harris rompiendo el empate.
La acción envía la medida a la Cámara de Representantes para una votación esperada el viernes que podría enviarla, a su vez, a la Casa Blanca para la promulgación de Biden.
“Ahora es el momento de avanzar con un paquete grande y audaz para el pueblo estadounidense”, dijo el líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, al comienzo del debate el sábado por la noche.
Aseguró que la legislación contiene “el paquete de energía limpia más audaz en la historia de Estados Unidos” para combatir el cambio climático, mientras reduce los costos de consumo de energía y de algunos medicamentos.
Los demócratas han recibido duros ataques de los republicanos por los 430.000 millones de dólares en nuevos gastos de la legislación y alrededor de 740.000 millones de dólares en nuevos ingresos.
Sin embargo, los demócratas esperan que su aprobación, antes del receso de agosto, ayude a sus candidatos a la Cámara y al Senado en las elecciones intermedias del 8 de noviembre, en un momento en que Biden sufre índices de aprobación pública anémicos en un contexto de una alta inflación.
La legislación tiene como objetivo reducir las emisiones de carbono y llevar a los consumidores hacia la energía verde, al tiempo que reduce los costos de los medicamentos recetados para los adultos mayores y refuerza la aplicación de impuestos para las corporaciones y los ricos.
Debido a que la medida se paga sola y reduce el déficit federal con el tiempo, los demócratas sostienen que ayudará a reducir la inflación, una responsabilidad económica que también ha afectado sus esperanzas de retener el control legislativo en el período previo a las elecciones presidenciales de 2024.
Los republicanos, argumentando que el proyecto de ley no abordará la inflación, denuncian la medida como una lista de deseos de gastos de izquierda que acaba con el empleo y que podría socavar el crecimiento cuando la economía está en peligro de caer en recesión.
Los demócratas aprobaron el proyecto de ley utilizando una maniobra parlamentaria llamada “reconciliación”, que permite que la legislación relacionada con el presupuesto evite el umbral de 60 votos de la cámara de 100 escaños para la mayoría de los proyectos de ley y se apruebe por mayoría simple.
Después de varias horas de debate, el Senado inició una rápida “votación por rama” sobre las enmiendas demócratas y republicanas el sábado por la noche que se prolongó hasta el domingo por la tarde.
Los demócratas rechazaron más de dos docenas de enmiendas republicanas, puntos de orden y mociones, todas con la intención de echar por tierra la legislación. Cualquier cambio en el contenido del proyecto de ley forjado por una enmienda podría haber desbaratado la coalición de 50 senadores demócratas necesaria para mantener la legislación en marcha.
En un presagio de la próxima campaña electoral del otoño boreal, los republicanos utilizaron sus derrotadas enmiendas para atacar a los demócratas vulnerables que buscan la reelección en noviembre.
“Los demócratas votan nuevamente para permitir que continúe el caos en la frontera sur”, decía un comunicado del líder republicano del Senado, Mitch McConnell, que nombraba a los senadores demócratas Mark Kelly de Arizona, Catherine Cortez Masto de Nevada, Maggie Hassan de Nueva Hampshire y Raphael Warnock de Georgia. Los cuatro enfrentan reñidas contiendas por la reelección.
Eso siguió a la derrota de una propuesta republicana para codificar en ley una política de la administración del expresidente Donald Trump derivada de la pandemia de COVID-19 que efectivamente cerró el sistema de asilo del país para inmigrantes.
El gobierno de Biden ha luchado en los tribunales para reemplazar la política conocida como “Título 42” con lo que describió como un sistema más humano y ordenado para los migrantes que cruzan la frontera con México.
(Reporte de Richard Cowan, Rose Horowitch, David Morgan y Makini Brice, Editado en Español por Manuel Farías)