Si no se gestiona bien, los celos son una emoción que se transforma en riesgos

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Los celos pueden nacer del miedo o la inseguridad, pero si no se gestionan adecuadamente, pueden dañar vínculos, alterar la salud mental y desencadenar conflictos. Famisanar invita a reconocerlos y afrontarlos con inteligencia emocional.

Bogotá, octubre de 2025. Una de las emociones más desafiantes de gestionar en los seres humanos son los celos, ya que al no controlarlos adecuadamente pueden llevar a una persona a presentar gran sufrimiento, en especial cuando se presentan de forma regular y causen interferencia en el desarrollo de las actividades diarias, afectando como el pensamiento, los sentimientos y la forma de actuar.

Los celos pueden desembocar en actos de violencia física e intrafamiliar. La Policía Nacional reportó que en el periodo del 2016 al 2023, 228 casos por cada 100.000 habitantes. Estas alarmantes cifras demuestran la importancia de prevenir las conductas de salud mental que pueden terminar en hechos lamentables.

Si bien sentir celos es algo normal, existen señales de alarma que pueden marcar la diferencia ante una mala conducta. Tatiana Riaño líder en salud de la EPS Famisanar junto con el experto Rafael Miranda, psiquiatra y asesor de la Ruta de Salud Mental, aseguran que cuando la emoción es muy intensa, de larga duración e impacta el funcionamiento normal de la persona, no se le está dando una buena gestión a la emoción.

“Los celos tienen diferentes orígenes entre ellos se encuentran el miedo a perder alguien o algo, la falta de confianza en uno mismo o en el otro, y de experiencias pasadas de engaño o abandono. Otra causa también es la falta o el anhelo de atención por parte de ese ser querido y la falta de comunicación clara entre la pareja. En tiempos modernos, las redes sociales también juegan un papel importante en la generación de este sentimiento ya que su uso constante puede afectar la distorsión de la realidad, de la belleza e incluso del éxito”, agregan los expertos.

Entre las señales de alarma se encuentran las sospechas constantes sin fundamento, la búsqueda compulsiva de pruebas, al igual que el control excesivo sobre la pareja, los compañeros de trabajo y los familiares. También, son evidentes los cambios notorios en el comportamiento como el ánimo, la ansiedad y la agresividad. “La persona también puede presentar dificultad para concentrarse o dormir por pensamientos de desconfianza. En estos casos también pueden suceder casos de violencia verbal, psicológica o física” afirma.

Por otra parte, las personas que lo necesiten pueden acceder a los servicios de orientación psicológica y acompañamiento en salud mental que ofrecen las EPS, donde las personas pueden hablar con profesionales que les ayuden a entender sus emociones con el propósito de encontrar formas correctas de atender estas situaciones. Los pacientes pueden acceder a este servicio pidiendo una cita de medicina general para manifestarle su intención y acceder a los servicios de psicología.

Existen los celos laborales, infantiles y de pareja ¿cómo gestionarlos?

En el caso de las parejas la recomendación de la EPS Famisanar es comunicar lo que se siente, fortalecer la confianza, la autoestima, al igual que establecer acuerdos sanos y límites claros.

En el trabajo, ayuda centrarse en el esfuerzo propio, reconocer los logros de los demás y mantener una comunicación clara. Compararse constantemente solo genera malestar.

En los niños, los celos son parte del aprendizaje emocional. Se deben acompañar con paciencia, enseñar a compartir y reforzar que cada uno es valioso y querido por sí mismo.

Por último, reconocer los celos no es signo de debilidad, sino un paso hacia el autoconocimiento. EPS Famisanar invita a los colombianos a cuidar su salud emocional, hablar abiertamente de lo que sienten y construir relaciones basadas en la confianza, el respeto y el bienestar mutuo.