¿Son realmente un problema los arriendos vía Airbnb o Booking.com?

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En los últimos años, las viviendas de renta corta, inmuebles que se arriendan por períodos cortos, generalmente días o semanas a través de plataformas digitales como Airbnb o Booking.com, han experimentado un gran crecimiento en Colombia sin embargo, esto puede traer diferentes problemas para los residentes de los edificios o conjuntos. ¿Cuáles son estos problemas y cómo solucionarlos? Le contamos a continuación.

De acuerdo con AirDNA en el país, la renta corta ha crecido exponencialmente alcanzando más de 122.000 inmuebles para Agosto del 2025, siendo Medellín (+21.500 inmuebles), Bogotá (+20.100 inmuebles), Cartagena (+14.300 inmuebles) y Santa Marta (+9.500 inmuebles) las principales ciudades donde se utiliza y que concentran el 53% de los inmuebles enlistados en las plataformas.

Sin duda, esta alternativa dinamiza el turismo y la economía sin embargo, al convertir una propiedad residencial en un servicio de alojamiento temporal la dinámica del conjunto o edificio cambia y trae consigo desafíos importantes para las comunidades y administradores de edificios. 

Ante este panorama, la compañía Comunidad Feliz, software para la administración de edificios y condominios que permite gestionar las cuotas de administración, comunicación y procesos clave, estableció los principales problemas que acarrean las viviendas cortas y alternativas para solucionarlos.

  1. Inseguridad: La apertura constante de puertas a desconocidos aumenta el riesgo de actividades ilícitas y pone en peligro a toda la comunidad. Cada nuevo huésped es una puerta abierta a lo desconocido. En este sentido, la seguridad se ve comprometida por la falta de trazabilidad ya que no se sabe quién entra, cuándo sale ni quién autorizó el ingreso; lo que facilita el anonimato para quienes buscan delinquir. También existe un riesgo de actividades ilícitas pues el fácil acceso convierte a los inmuebles en blancos para redes de microtráfico y explotación. Y puede haber un uso indebido de accesos ya que la entrega de llaves o “tokens” a múltiples extraños sin un registro centralizado crea una vulnerabilidad crítica para toda la comunidad.
  1. Problemas de convivencia: Fiestas, ruidos excesivos y el uso indebido de zonas comunes generan molestias y conflictos. De hecho, según Reportes de la Policía Nacional, en Bogotá las quejas por ruido en apartamentos aumentaron un 17% en el año 2024.
  2. Desvalorización del inmueble: La percepción de inseguridad y caos puede disminuir el valor de las propiedades.
  3. Ilegalidad y sanciones: Muchas propiedades operan sin el Registro Nacional de Turismo (RNT) y sin la autorización del reglamento, exponiendo a la administración a investigaciones y al edificio a una mala reputación.

Para abordar estos desafíos, la tecnología se presenta como una aliada fundamental. Soluciones como el software Comunidad Feliz, que acaba de llegar al país, ofrecen módulos específicos para gestionar y controlar de manera eficiente y segura las viviendas de renta corta desde una plataforma web y una app móvil.

Amable Rivas, gerente general de Comunidad Feliz en Colombia, explica que: “Su edificio no es un hotel, pero podría sufrir los mismos problemas que se dan por mezclar el uso residencial con una operación hotelera sin control. Para dar solución a esta nueva realidad, es importante controlar y aquí la tecnología es una gran aliada para promover la seguridad y la buena convivencia”.

Algunos consejos del experto son: 

  1. Control de acceso: registrar cada visitante mediante un código QR, identificando quién entra, cuándo y quién autorizó su ingreso.
  2. Reserva de zonas comunes: establecer horarios y límites de aforo en piscinas o salones para ayudar a mantener la convivencia. Si el conjunto cuenta con un software para su administración, los vecinos pueden poner allí las quejas por ruido dejando un registro formal.
  3. Gestión de reglamentos: la administración puede consultar a la comunidad de manera oficial y transparente para modificar el reglamento y definir las reglas del juego. 

“Según la normativa colombiana, el reto para el administrador de un alojamiento que también es turístico es considerable. Se debe gestionar el Registro Nacional de Turismo (RNT), reportar los huéspedes extranjeros a Migración Colombia y vigilar que las pólizas de seguro cubran la nueva actividad comercial, algo que, según se informa, a menudo no sucede. El debate sobre las rentas cortas no es un ‘sí’ o un ‘no’, es un ‘cómo’.” La prohibición total puede ser tan problemática como la falta de control. La clave está en darle a la comunidad las herramientas para decidir y gestionar sus propias reglas. Con tecnología como Comunidad Feliz, las administraciones pueden transformar un problema potencial en una oportunidad bien gestionada, garantizando seguridad, convivencia y plusvalía para todos”, puntualiza Rivas.