Durante el segundo semestre del año, Colombia, Perú y Ecuador brindan oportunidades únicas para divisar a las ballenas jorobadas en todo su esplendor.
Cada año, más tres mil ballenas emprenden una de las travesías más largas del reino animal, llegando a recorrer hasta 10.000 kilómetros a lo largo del océano Pacífico, en su paso desde las gélidas aguas de la Antártida, hasta el Pacífico tropical.
Y es precisamente en su llegada a este punto, que los más afortunados viajeros pueden darse el lujo de conocer a esta colosal especie que puede alcanzar entre 16 y 18 metros de longitud en su vida adulta y hasta 30 toneladas de peso, que en perspectiva equivale al peso de 5 elefantes africanos.
Gracias a su ubicación geográfica privilegiada, Colombia, Perú y Ecuador se convierten en la puerta de entrada al Pacífico tropical, y el lugar en donde las ballenas disfrutan las cálidas aguas, y tienen la oportunidad de reproducirse, dar a luz y alimentarse; sin embargo solo en unos puntos estratégicos se pueden divisar esta especies en todo su esplendor.
Con esto en mente, la plataforma B2B de viajes HotelDO, detalla cuáles son esos lugares que los viajeros interesados en este maravilloso fenómeno natural no deben dejar de pasar en los tres países:
Colombia, primera parada de las ballenas jorobadas
Dado que la ruta migratoria no es recta y, además, se apoya en las cálidas corrientes oceánicas, las ballenas tienen a Colombia como su primer destino en la región, entre los meses de julio y octubre.
A tan solo un corto viaje en lancha desde Buenaventura, se encuentra el Parque Nacional Natural Uramba Bahía Málaga. Este es uno de los primeros puntos de llegada de las ballenas al Pacífico tropical. Al ser una reserva natural, estos cetáceos pueden alimentarse y reproducirse con tranquilidad, e incluso los turistas pueden divisarlas con más frecuencia y disfrutar de sus espectaculares saltos sobre el agua.
El turismo está muy organizado en el parque Natural, y existen otros muchos planes para hacer, como disfrutar de los senderos selváticos, las cascadas y conocer múltiples especies de aves.
Más al norte, en el departamento del Chocó, se encuentran Nuquí y Bahía Solano, otras dos joyas ecoturísticas del país. En Nuquí, se pueden observar ballenas desde la comodidad de la playa, o quienes lo prefieran pueden hacer recorridos cortos en lancha. Bahía Solano, por su parte, brinda una robusta infraestructura turística, que permite una experiencia completa y de calidad para los viajeros; aquí también se pueden ver las ballenas a pocos metros de la costa y las comunidades están muy comprometidas con la promoción y conservación de sus recursos naturales.
Ecuador, el refugio tropical de las ballenas
Desde julio hasta septiembre de cada año, las ballenas recorren con tranquilidad las aguas ecuatorianas. El epicentro de esta visita es Puerto López, pueblo ubicado en la provincia de Manabí y que forma parte del Parque Nacional Machalilla. Este punto es el más reconocido del país para el avistamiento de las ballenas, pues diariamente zarpan desde su malecón embarcaciones donde los viajeros pueden visitar puntos que les permitirán apreciar a estos gigantes marinos. Ese destino es reconocido también gracias a su rica oferta gastronómica.
Mar adentro, a casi 40 kilómetros del continente, se encuentra la Isla de la Plata, importante punto de reproducción y crianza de las ballenas. La isla ofrece también, senderos naturales que brindan la oportunidad de sumergirse en el turismo ecológico y conocer las especies únicas que guarda el Pacífico ecuatorial.
Perú, donde las ballenas se despiden antes de regresar al sur
Desde agosto hasta noviembre, y luego de su paso por Colombia y Ecuador, las ballenas llegan a Perú para preparar su retorno a la Antártida. Uno de los destinos más visitados para su observación es el pueblo costero Los Órganos, situado en el departamento de Piura, a un par de horas del aeropuerto de Talara. Aunque las ballenas también pueden verse fácilmente desde la playa, muchas embarcaciones ofrecen experiencias cercanas y respetuosas de los cetáceos, donde la prioridad es evitar estresar o ahuyentar a los animales.
Máncora, un famoso balneario del norte peruano, también brinda experiencias de avistamiento de ballenas, además de ofrecer una completa infraestructura hotelera, donde los viajeros pueden vivir el encuentro con la naturaleza, pero sin dejar a un lado el confort de un buen hotel, una múltiple oferta gastronómica e incluso practicar otras actividades como el surf.
“Para vivir al máximo la experiencia del avistamiento de ballenas, es fundamental contar con el respaldo de una agencia de viajes, quienes no solo facilitarán los mejores itinerarios y actividades, sino que también están en capacidad de asesorar a los interesados sobre detalles clave como el transporte local, vacunas previas y todo lo necesario para un viaje seguro y organizado”, concluye Adriana Gil Bohórquez, Directora Comercial de HotelDO Colombia.