Desde el inicio de clases, la inclusión y la interculturalidad se vive en la Universidad del Magdalena. Es el caso de dos estudiantes de comunidades indígenas que comenzaron su formación académica en este segundo semestre del 2024. Llegaron con nervios, pero con la firme convicción de aportar más conocimientos a sus territorios.
Sezhu Sauna Zarabata, de 21 años, indígena kogui del corregimiento de Mingueo, Guajira y Marily Hernández Villafañe, arhuaca del resguardo Atigumake, iniciaron el sueño de ser profesionales en los programas de Negocios Internacionales y Cine y Audiovisuales, respectivamente.
Su comienzo de actividades académicas es muestra del esfuerzo y determinación por compartir su conocimiento ancestral y, asimismo, ratifica el compromiso de esta Alma Mater con la inclusión y la diversidad cultural.
“Es una universidad incluyente, una afirmación muy importante que me llamó la atención, acá encontramos grupos culturales, indígenas y de diferentes géneros, por eso escogí este programa porque me gusta explorar culturas diferentes”, manifestó Sezhu Sauna Zarabata, estudiante de primer semestre del Programa de Negocios Internacionales.
Agregó: “Quiero dar a conocer lo que nuestra cultura puede ofrecer a la humanidad”.
Por su parte, Marily Hernández Villafañe, de 17 años de edad, llegó a esta Casa de Estudios Superiores con la esperanza de salir adelante y divulgar la realidad de sus ancestros a través de muestras audiovisuales. “Tengo la ideología de poder hacer videos en los que logre contar nuestra cultura ancestral, me gustaría que reconozcan más a las comunidades arhuacas”, destacó.
Desde su inicio de formación académica, estos jóvenes han recibido todo el apoyo y acompañamiento de la Universidad, desde las políticas de inclusión que ha brindado el doctor Pablo Vera Salazar, Rector de la Institución, en aras de garantizar que reciban el apoyo necesario para tener éxito en su experiencia universitaria.
Entre estos beneficios se encuentran programas específicos que aseguran que los estudiantes indígenas tengan acceso a programas de becas, ayudantías, apoyo psicológico, movilidad internacional y la participación en eventos, colectivos o asociaciones indígenas que hacen parte de la Universidad del Magdalena.
Además, de servicios de monitorias académicas para adaptarse al entorno universitario y superar cualquier dificultad que puedan encontrar.
La presencia de Sezhu, Marilyn y otros estudiantes de comunidades indígenas en Unimagdalena no solo enriquece la diversidad del campus universitario, sino que también fortalece el vínculo de los hermanos mayores con la Institución.