Tras la muerte de su madre Isabel II el pasado 8 de septiembre, Carlos ascendió al trono de forma automática y dos días más tarde fue oficialmente proclamado monarca británico en una ceremonia se transmitió en televisión por primera vez.
La coronación no es en sí un requisito legal, sino un acto lleno de simbolismo religioso y tradiciones en la cual, además, se confirma su papel como jefe del Estado y de la Iglesia anglicana.
Aunque otras monarquías europeas han eliminado esa ceremonia, la realeza británica la ha mantenido durante mil años, pero por primera vez se verán algunos cambios significativos.
Diferencias con coronaciones anteriores
La ceremonia se remonta a la era medieval, y buena parte se mantiene sin cambios. Sin embargo, Carlos III ha dicho que quiere que su coronación represente los valores del Reino Unido actual, un país de diferentes etnias y religiones, muy diferente al de 1953 cuando su madre heredó el trono.
La ceremonia de este 6 de mayo se ha modificado de forma tal que algunos de los roles que tradicionalmente correspondían a hombres de la aristocracia los tengan mujeres, personas de minorías étnicas y líderes de religiones no cristianas.
Dado el espacio limitado de la abadía, se dio prioridad en la asistencia a la ceremonia a personas que han sido condecorados por la monarquía por su beneficio para la sociedad, en lugar de a los nobles, y también participarán líderes religiosos budistas, hindúes, judíos, musulmanes y sij, como muestra de la evolución del panorama religioso británico.
El rito del juramento se modificó para incluir la promesa de la Iglesia anglicana de fomentar un ambiente en el que personas de todas las creencias puedan vivir libremente.
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