La Asociación de Pilotos y Propietarios de Aeronaves (AOPA) presentó hace unos días una acción popular en contra de Amarillo, por un proyecto inmobiliario que vulnera el derecho a la vida, a la seguridad y al medio ambiente de los consumidores.
En las inmediaciones del aeropuerto de Guaymaral, la constructora obtuvo la licencia de construcción para el desarrollo del proyecto HACIENDA EL BOSQUE, pese a que existe concepto desfavorable de la Aerocivil desde el año 2016, por temas de ruido en la zona en donde se ubica el conjunto EL ROBLE, que hace parte de dicho proyecto.
Esta acción constitucional, que ya fue admitida por el juzgado 67 administrativo de Bogotá, notificó a la constructora sobre la demanda, en donde se argumenta, entre otras cosas, que Amarilo no está informando de manera suficiente a los posibles compradores sobre la cercanía de la urbanización al aeropuerto; los posibles riesgos de vivir al lado de un aeropuerto; sobre las operaciones permanentes durante el día de escuelas de aviación, empresas de aviación no regular y operaciones de las instituciones de policía y el ejército, así como de aviación privada. Además, por la misma esencia de la operación, el ruido aeronáutico es otro de los factores que afectaría la tranquilidad de los futuros residentes.
AOPA solicitó concepto al consultor experto en seguridad To70, quien concluye que la edificación representa un peligro para las operaciones de aeronaves monomotor en caso de que se presente la pérdida de motor en despegue, debido a que las torres se encuentran en la ruta de planeo para aterrizaje de emergencia, limitando el campo de acción de las tripulaciones.
Además de esto, de acuerdo con los planos presentados por la constructora ante la Curaduría Urbana No.3 de Bogotá, EL CONJUNTO EL ROBLE sería construido en una zona que cuenta con concepto desfavorable por parte de la Aeronáutica Civil desde el año 2016, y ratificada con conceptos de mayo de 2023 y marzo de 2024, dado que no está permitido construir vivienda si los niveles de ruido superan los 65 decibeles, aun cuando las viviendas tengan un sofisticado sistema de insonorización.
Sin embargo, pese a dicho pronunciamiento, la Curaduría Urbana No. 3 otorgó la licencia de construcción a Amarillo para desarrollar las torres de viviendas en la manzana El Roble, sin tener en cuenta las consideraciones de la entidad aeronáutica. En consecuencia, vecinos del sector, usuarios del aeropuerto de Guaymaral y ciudadanos interesados en el correcto desarrollo del proyecto, radicaron hace unos meses una solicitud de revocatoria del acto administrativo emitido por la Curaduría.
Esta solicitud busca que la Curaduría reconsidere el otorgamiento de la licencia argumentando principalmente que existe una desatención de la respuesta emitida por la Aeronáutica Civil, la cual afirma que toda construcción con destinación de uso residencial que se encuentre localizada en las áreas de la manzana El Roble, no cuenta con concepto favorable por temas de ruido, por lo cual, deben ser eliminadas del proyecto.
Aun cuando se ha advertido del posible riesgo a la vida y seguridad de los futuros propietarios, y que AOPA ha solicitado previo a la emisión de la Licencia de Construcción la realización de un estudio de seguridad operacional, la Curaduría decidió emitir las licencias de construcción del proyecto HACIENDA EL BOSQUE, sin haber solicitado un estudio riguroso de riesgos para los futuros residentes, a sabiendas de las advertencias reiteradas de la Asociación por la cercanía de las construcciones a la pista del aeropuerto.
El interés de la Asociación de Pilotos y Propietarios de Aeronaves (AOPA) no es oponerse al desarrollo de la ciudad, ni a la construcción de nuevas urbanizaciones en la zona norte de Bogotá. Lo que se quiere prevenir es la ocurrencia de un desastre futuro, y que los proyectos se desarrollen en zonas confiables y seguras para la ciudadanía, que además se ajusten a estudios rigurosos de riesgo con el fin de promover un adecuado desarrollo urbanístico.
Cabe destacar que el aeropuerto de Guaymaral hace parte fundamental de las operaciones aéreas actuales de Bogotá y el país, y, además, próximamente, el 20 % de la aviación comercial será trasladada desde El Dorado para descongestionar el tráfico de la terminal bogotana. Adicional a ello, no solo es el espacio de formación de las nuevas generaciones de pilotos, sino que incluye la operación y crecimiento de la industria aeronáutica, ambulancias aéreas, Patrulla Aérea Colombiana con vuelos humanitarios y aviación del estado, entre otros.