La selva tropical más grande del mundo enfrenta una presión industrial creciente. Informe sin precedentes revela amenazas inminentes para pueblos indígenas y comunidades colombianas de la Amazonía.
Bogotá, Cundinamarca, Noviembre de 2025 – Un informe sin precedentes publicado por la Alianza Global de Comunidades Territoriales (Gatc), Apib (La Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil), Coica (Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana), Earth Insight y otras organizaciones lideradas por pueblos indígenas y comunidades locales, revela una presión industrial sin precedentes sobre los territorios de los Pueblos Indígenas y comunidades locales en la Amazonía.
31 millones de hectáreas (12%) de territorios de Pueblos Indígenas y comunidades locales están bajo la influencia de bloques de petróleo y gas, 9,8 millones de hectáreas bajo concesiones mineras y 2,4 millones de hectáreas bajo concesiones de tala industrial.
El nuevo análisis, Territorios de los Pueblos Indígenas y Comunidades Locales en la Primera Línea: Mapeo de Amenazas y Soluciones en las Selvas Tropicales más Grandes del Mundo, presenta un estudio espacial exhaustivo sobre las amenazas de las industrias extractivas que enfrentan los Pueblos Indígenas y las comunidades locales que resguardan las mayores selvas tropicales del planeta, así como las soluciones propuestas.
El informe forma parte de una evaluación global que examina las amenazas en la Amazonía, la Cuenca del Congo, Indonesia y Mesoamérica. En conjunto, estas regiones albergan 958 millones de hectáreas de bosque tropical custodiado por 35 millones de personas. Los hallazgos sobre la Amazonía muestran cómo las operaciones de petróleo y gas, la minería y la tala industrial podrían afectar 250 millones de hectáreas que protegen la biodiversidad esencial y la estabilidad del clima.
“Se dice que la Madre Amazonía da lluvia a las nubes y crea ríos en el cielo. Si el bosque desaparece, se llevará la lluvia y los ríos con él” afirmó Fany Kuiru, Coordinadora General de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (Coica).
“Hacemos un llamado a los gobiernos, aliados y todos los pueblos de la Tierra para que actúen y asuman su responsabilidad. No es un acto de solidaridad, sino de supervivencia: si la Amazonía desaparece, se llevará con ella nuestro futuro compartido”.
Publicado antes de la COP30 en Brasil, el informe busca generar urgencia respecto a las prioridades y soluciones de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, e influir en la agenda climática global demostrando que sus derechos territoriales son inseparables del logro de los objetivos internacionales sobre clima y biodiversidad.
Los bosques amazónicos producen diariamente 20 mil millones de toneladas de agua en un río atmosférico mayor que el propio río Amazonas, sin embargo, la deforestación ya ha reducido las lluvias en un 74%, poniendo en riesgo todo el ciclo hidrológico que sostiene la vida en América del Sur y más allá.

Hallazgos clave del informe en Latinoamérica: una crisis en la Amazonía
- Territorios Indígenas Bajo Amenaza: 31 millones de hectáreas (12%) de territorios de Pueblos Indígenas y comunidades locales están afectadas por bloques de petróleo y gas, 9,8 millones de hectáreas por concesiones mineras y 2,4 millones de hectáreas por concesiones de tala industrial en toda la Cuenca Amazónica.
- Corredor Yavarí-Tapiche en Riesgo: El corredor propuesto de 16 millones de hectáreas para Pueblos Indígenas en Aislamiento Voluntario y Contacto Inicial (PIACI), con una extensión equivalente al doble del territorio de Panamá, mantiene el 99% de su bosque intacto. Sin embargo, enfrenta la presión de proyectos de petróleo, gas, minería, tala y carreteras, mientras que Perú aún no reconoce reservas clave.
- Crisis en el Territorio Waorani en Ecuador: El 64% de las 800.000 hectáreas del territorio Waorani reconocido se ve afectado por la presencia de bloques petroleros, con impactos en la salud de los pueblos indígenas y en la biodiversidad. La contaminación petrolera abandonada continúa afectando a las comunidades de la Amazonía ecuatoriana. De más de 3.500 sitios contaminados identificados por el sector de petróleo y gas del país, solo la mitad ha sido restaurada ambientalmente.
- Expansión Agrícola en Brasil: El 30 % de los territorios de Pueblos Indígenas y comunidades locales en Mato Grosso do Sul está actualmente cubierto por tierras agrícolas. La violencia sistemática contra el pueblo Guarani-Kaiowá ha resultado en 608 activistas asesinados entre 2003 y 2021, fenómeno que especialistas en genocidio describen como “kaiowicidio”.
Hallazgos clave del informe en Colombia:
- En Colombia, hay 31 Entidades Territoriales Indígenas (ETI) en la Amazonia y 25 de estas se encuentran en espera de reconocimiento formal y cubren el 36% de la Amazonía colombiana y mantienen el 99,5% de sus bosques intactos.
- Las ETI de Colombia mantienen intactos más del 99% de sus bosques.
- El pueblo tikuna de Brasil, Colombia y el Perú emplea la palabra ajuri para referirse a la reconstrucción tradicional y colectiva de una casa después de una inundación.
- Este año, la Corte Constitucional de Colombia falló a favor de 30 comunidades indígenas de la cuenca del río Yuruparí, reconociendo que la minería de oro y el uso de mercurio amenazaban sus sistemas de saber tradicional. Sin embargo, este informe indica que los territorios indígenas de la Amazonia permanecen bajo grave amenaza de las industrias extractivas, con cerca de 31 Mhas de territorio indígena (12%) superpuestas con bloques petroleros y gasíferos, 9.8 Mhas que coinciden con concesiones mineras y 2.4 Mhas superpuestas con concesiones de tala industrial.
- Pese a la victoria constitucional, durante más de 30 años el Estado colombiano no ha formalizado las ETI, dejando a las comunidades indígenas en un umbral donde sus derechos han sido reconocidos sobre el papel, pero son difíciles de ejercer en la práctica.
- La minería ilegal de oro puede ser un vector de patógenos para los cuales las comunidades PIACI no tienen inmunidad. Se sabe que el tráfico transfronterizo de drogas, que se extiende desde un eje conocido como “Tres Fronteras” (la intersección de Colombia, el Perú y Brasil) hacia territorios indígenas y PIACI, emplea la tala ilegal, la minería de oro y la pesca para encubrir y blanquear sus ganancias.
“La evidencia es clara: sin un reconocimiento urgente de los derechos territoriales, respeto por el consentimiento libre, previo e informado y protección de los ecosistemas que nos sostienen, no se podrán lograr los objetivos globales de clima y biodiversidad”, declaró M. Florencia Librizzi, Subdirectora de Earth Insight.
“Tenemos que reconocer y amplificar los modelos de gobernanza comunitaria que ya nos muestran la ruta hacia un futuro justo y regenerativo”.
La evaluación llega en un momento en que la Amazonía enfrenta una presión creciente no solo de las industrias extractivas tradicionales, sino también de proyectos justificados por planes nacionales de desarrollo. Los Pueblos Indígenas y comunidades locales cercanos a zonas de exploración petrolera presentan altos niveles de mercurio, cadmio y plomo en sus cuerpos, mientras que más del 70% de las mujeres indígenas en la Amazonía ecuatoriana reporta problemas de salud relacionados con agua contaminada por petróleo.
El informe se basa en la Declaración de Brazzaville y en las Cinco Demandas de la Gatc: asegurar los derechos territoriales de los Pueblos Indígenas y comunidades locales; garantizar el consentimiento libre, previo e informado; asegurar financiamiento directo a las comunidades; proteger la vida de quienes defienden la tierra; e integrar el conocimiento tradicional en las políticas globales. Estas demandas marcan una hoja de ruta clara para que gobiernos, financiadores e instituciones cambien la extracción por la regeneración.
“Sin una acción decisiva para garantizar derechos y apoyar la gobernanza indígena, la humanidad fracasará en el cumplimiento de sus metas climáticas y de biodiversidad”, señaló Juan Carlos Jintiach, Secretario Ejecutivo de Gatc. “Siguiendo el liderazgo de quienes han protegido estos ecosistemas por generaciones, el mundo tiene un camino viable hacia la regeneración”.



