El Papa Francisco pidió un regreso a la “buena política”, diciendo que la democracia se ha deteriorado de forma peligrosa a medida que las personas descontentas son atraídas por los “cantos de sirena” de los políticos populistas que prometen soluciones fáciles pero poco realistas.
El pontífice viajó desde Chipre a Atenas, a menudo considerada como la cuna de la democracia, en la segunda y última etapa de un viaje por el Mediterráneo cuyo objetivo principal es llamar la atención sobre la difícil situación de los inmigrantes y los refugiados.
En un discurso en el palacio presidencial, el religioso argentino citó a filósofos y escritores griegos antiguos como Aristóteles y Homero, instando al regreso a una política que favorezca el bien común y no busque infundir miedo.
“No podemos evitar notar con preocupación cómo hoy, y no solo en Europa, estamos presenciando un retroceso de la democracia”, dijo Francisco.
El pontífice calificó a la democracia como un esfuerzo complejo pero esencial que requiere una amplia participación, “mientras que el autoritarismo es perentorio y las respuestas fáciles del populismo parecen atractivas”.
Francisco no nombró a ningún país en su discurso, pero en el pasado criticó a políticos como el expresidente de Estados Unidos Donald Trump y al líder italiano de extrema derecha Matteo Salvini, sobre todo en el asunto de la inmigración.
El Papa dijo que la gente debería tener cuidado con los políticos que tienen “una búsqueda obsesiva de popularidad, que están sedientos de visibilidad, con una ráfaga de promesas poco realistas”.
Asimismo, agregó que espera que el fortalecimiento de la democracia en todas partes “sea la respuesta a los cantos de sirena del autoritarismo; y que el individualismo y la indiferencia puedan superarse con la preocupación por los demás, por los pobres y por la creación”.
Grecia es uno de los principales puntos de entrada a la Unión Europea para los solicitantes de asilo que huyen de la guerra y de países asolados por la pobreza en Oriente Medio, Asia y África.
En su discurso en el palacio presidencial, comparó la difícil situación de los inmigrantes y refugiados de hoy, muchos de los cuales han muerto en el mar, como una “horrenda odisea moderna”.
Niños pequeños vestidos con trajes tradicionales griegos, un niño de África y una niña de Filipinas, saludaron a Francisco cuando bajó del avión y entró en la ciudad en un sencillo Fiat 500. Desde el inicio de su papado en 2013, el pontífice ha evitado los autos grandes o los vehículos blindados.
Francisco viajará a la isla de Lesbos por segunda vez el domingo, para visitar un centro de recepción de migrantes establecido después de que el célebre campamento de Moria se incendió hasta los cimientos el año pasado.
Durante una visita a la isla en 2016, Francisco caminó por Moria, un campamento criticado por grupos de derechos humanos por sus condiciones miserables y de hacinamiento, y los solicitantes de asilo se pusieron de pie, lloraron y suplicaron ayuda.
En aquel entonces se llevó a tres familias de refugiados sirios en el avión de regreso a Roma y ahora dispuso que 50 inmigrantes de Chipre se trasladen a Italia después de su viaje de esta semana.
(Reporte adicional de Karolina Tagaris; editado en español por Carlos Serrano)
Por Philip Pullella y Karolina Tagaris
Yahoo Noticias Agencia Reuters Foto internet Reuters