Insomnio: causas, síntomas y estrategias para mejorar tu sueño

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El insomnio es el trastorno del sueño más frecuente ya que a nivel mundial, aproximadamente el 70 % de la población ha experimentado esta falta de descanso. Durante la noche, el cerebro produce melatonina, una sustancia que utiliza para iniciar y mantener el sueño.

El doctor Rafael Lobelo, neumólogo especialista en trastornos del sueño y director de la Clínica del Sueño de Colsanitas, comenta que: “El insomnio es la dificultad para quedarse dormido o mantener el sueño. No es el mal sueño de una noche, sino la incapacidad para dormir y descansar que se prolonga durante días, semanas o meses por lo que, en términos generales, existen 3 etapas diferentes de este trastorno, el tradicional, que es cuando a la persona le cuesta trabajo conciliar el sueño, de mantenimiento, que se despierta de madrugada y le cuesta volver a dormir y el nivel mayor, el que mezcla las dos primeras etapas”.

Aunque estos síntomas suelen ser pasajeros y se condicionan por situaciones temporales y puntuales, puede ocurrir por situaciones traumáticas, por el uso de medicamentos o como consecuencia de una enfermedad mental como la ansiedad, depresión o el estrés. El doctor Lobelo, comenta los 5 datos más relevantes que debe saber una persona que busque dormir mejor:

1.    ¿El insomnio es considerado una enfermedad? Es considerado un síntoma o una enfermedad según el nivel en el que esté cada persona. Si es ocasional, se considera un síntoma, pero sí constituye un cuadro clínico en el que durante más de tres meses la persona no puede quedarse dormida o mantener el sueño y tiene un tiempo total de descanso menor a cuatro horas por noche. Si estas características se repiten cuatro veces a la semana o más, se trata de un insomnio crónico y es considerado enfermedad.

Sin embargo, la enfermedad por insomnio no es tan común. Mientras una buena parte de la población mundial alguna vez ha tenido insomnio como síntoma, apenas el 10 % han experimentado la enfermedad.

2.     ¿Qué ocasiona el insomnio? Existen diferentes factores que lo generan, la mayoría de las razones están identificadas con estrés, ansiedad, depresión, carga laboral, problemas familiares, una enfermedad diagnosticada o un familiar enfermo. Sin embargo, algunas personas con trastornos mentales tienen tendencia a padecer insomnio crónico relacionado con un largo historial familiar. Gran parte de estos casos, se relacionan más por una mala higiene del sueño. Luego de la pandemia, al menos el 40 % de la población manifestó insomnio, un 30 % estrés y ansiedad, y un 20 % estrés postraumático.

3.   ¿Qué es la higiene del sueño? Normalmente, esto es lo que se hereda y hace referencia a la forma en la que las personas buscan conciliar el sueño ya que, cuando los padres suelen ver televisión, jugar cartas, hablar o trabajar en la noche, los hijos tienden a tener los mismos hábitos que terminan perjudicando el sueño. Al crecer, los hijos creen que heredaron el insomnio cuando en realidad fue la mala higiene del sueño.

  1. ¿El sueño cambia con la edad? Con el paso de los años va cambiando la estructura, calidad y cantidad de sueño. Cuando un humano nace, duerme muchas más horas al día; un promedio de entre 15 y 18 horas diarias, que hacia el mes bajan en un 30 % para dormir entre 12 y 14 horas al día. Al cumplir seis meses de vida, cada persona va consolidando un sueño nocturno de aproximadamente diez horas por noche. Cuando se está en la edad adolescente, la cantidad de horas de sueño debiera ser de nueve a diez por noche. Para los adultos jóvenes, de entre ocho a diez horas por noche, y para los adultos de alrededor de 50 años, entre seis a ocho horas por noche. Cuando un adulto está sano y ha cultivado buena higiene del sueño durante su vida debe dormir siete horas por noche.
  1. ¿Cuáles son los impactos del insomnio? Durante la noche sucede un proceso de reparación y reconstitución del organismo. Se equilibran numerosas hormonas como las que se producen en la tiroides, las encargadas del crecimiento, el control del ciclo menstrual, la regulación del ritmo cardíaco y la presión arterial. Entre las diferentes fases del sueño se consolidan procesos como el de la memoria y el conocimiento, además de tener un día más productivo al despertar. Tener un sueño reparador y estructurado permite tener una mejor calidad de vida en todo sentido.

Respetar las noches para dormir y el día para producir, es importante para tener una cultura de sueño adecuada, el cerebro entiende que cuando hay cambio de luz, porque el sol se oculta y aparece la luna, se inicia la fase lunar, a un ciclo circadiano nocturno y comienza a producir sustancias para dormir.