Llegada de remesas volvería a crecer en 2024; Valle del Cauca, Sucre y Nariño, regiones más beneficiadas.

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Las remesas se consolidaron en 2023 como una fuente relevante para el gasto de los hogares al interior del país, y funcionaron además como un estabilizador de la tasa de cambio.

Cálculos de Investigaciones Economicas (IE) denotan que cerca del 18% de la población recibió remesas en 2023. No obstante, en 11 de los 32 departamentos esta proporción es mayor, como en los casos de Valle del Cauca, Sucre y Nariño.

Teniendo en cuenta que Estados Unidos es el principal país de origen de las remesas, seguido de España, Chile y Reino Unido, la dinámica económica en estos países será clave para el desempeño de estos flujos en el presente año.

IE estima que las remesas totalizarían USD10,700 millones en 2024, por lo que seguirán siendo una fuente importante de dólares para la economía.

El impacto para el consumo de los hogares dependerá de la tasa de cambio, pues un aumento o disminución de $100 en la misma, implica $1 billón más o menos de recursos disponibles.

En 2023 los colombianos residentes en el exterior enviaron remesas al país por un total de USD10,091 millones (M), poco más de $43.5 billones (B). Con esto las remesas se consolidaron como una fuente relevante para el gasto de los hogares y funcionaron además como un estabilizador de la tasa de cambio, posicionándose como el segundo mayor generador de flujos corrientes de dólares (Gráfico 2), solo detrás del petróleo (USD15,600 M) y superando al carbón (USD9,200 M).

La tendencia alcista en la entrada de remesas se afianzó tras la pandemia, como consecuencia de un mayor flujo de migrantes al exterior, al tiempo que el crecimiento económico mundial se recuperó. Cálculos de Investigaciones Económicas (IE) indican que cerca de 1.2 M de colombianos salieron del país entre 2021 y 2023, cuando la economía global promedió +4.3% de avance, luego de la caída de -2.8% en 2020. En el mismo lapso, algunos países como Estados Unidos tuvieron políticas migratorias algo menos restrictivas.

Por lo anterior, la entrada de remesas pasó de representar 1.1% del PIB en 2014 a 2.8% en 2023, siendo esta la participación más alta en lo corrido del siglo XXI. Pese a que las remesas en Colombia no son tan relevantes como en otras economías, como en América Central y el Caribe donde en Jamaica, Haití, Honduras y El Salvador llegan representar entre 20% y 23% del PIB, según información del Banco Mundial, las remesas se han convertido en un ingreso complementario sumamente importante para los colombianos.

Cálculos de IE con base en la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) denotan que en 2023 cerca de 9.6 millones de personas recibieron remesas o 18% de la población del país. Es decir, cada uno de los colombianos receptores de remesas lo hicieron en un monto algo inferior a USD90 mensuales o $378 mil a la tasa de cambio promedio del año, equivalente además a casi la tercera parte del salario mínimo vigente.

El detalle regional muestra que existen departamentos con una mayor población beneficiaria de estos recursos (Gráfico 1), puntualmente 11 de los 32 donde más de 20% de su población recibe remesas (ver Anexo). El líder fue el Valle del Cauca, donde el 31% de sus habitantes percibieron transferencias desde el exterior, seguido de Sucre y Nariño con alrededor de 28% de la población. Lo anterior denota un impacto diferenciado de las remesas por región en el consumo de los hogares.

Pensando en 2024, es relevante revisar el origen de las remesas, donde cuatro países se destacan, siendo Estados Unidos de lejos el líder con 53% del total, seguido de España (13%), Chile (4%) y Reino Unido (4%). Un mejor desempeño económico en estos países, determinaría un avance en las remesas, más allá de la migración de colombianos al exterior, que podría continuar.

IE empleó modelos de pronóstico con base en las expectativas de crecimiento, desempleo e inflación para cada uno de los países de donde se originan las remesas. Los resultados muestran que las remesas desacelerarían al pasar de una expansión anual de 7% en 2023 a una de 6% en 2024, es decir, sumarían cerca de USD10,700 M en el año. La moderación se asocia claramente a la perspectiva de menor crecimiento en Estados Unidos, España y Reino Unido, principalmente. Para 2025, la recuperación económica global permitiría nuevamente un crecimiento equiparable al de 2023.

Ahora bien, el ejercicio realizado es solo parte de la historia, pues la otra variable que determina el impacto local de las remesas es la tasa de cambio (Gráfico 4). Al respecto, IE estima que por cada $100 de aumento o disminución en el promedio anual de la tasa de cambio, que actualmente se encuentra alrededor de $3,925, los hogares dispondrían de $1 billón más o menos para sus decisiones de consumo (ver Anexo). Así, solo si la tasa de cambio sube y promedia $4,100 en el año, los hogares tendrían ingresos en pesos comparables con los que recibieron en 2023.

En conclusión, para 2024 las remesas seguirán siendo una fuente relevante de divisas para el país, ya que, a pesar de la moderación en su tasa de crecimiento, estas seguirán en aumento. Por su parte, su impacto para los ingresos de los colombianos, y consigo el nivel de actividad económica, dependerá de la tasa de cambio.