El exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta Medina advirtió la serie de inconvenientes en materia de transporte que haría muy difícil la importación de gas natural de Venezuela con destino a Colombia.
Al respecto el Acosta Medina produjo la siguiente declaración:
A propósito de la posible importación de gas natural desde Venezuela.
1) Las reservas tanto de petróleo como de gas con muy precarias y a duras penas alcanzarían para 7.1 años las primeras y 6.1 las segundas y de contera vienen en declinación, la que no se puede detener sino reponiéndolas y ello depende de la actividad exploratoria, que se ha visto desalentada por la decisión del Gobierno de no firmar nuevos contratos de exploración y producción.
2) En consecuencia, podemos afirmar que la crisis de abastecimiento de gas natural ha sido inducida por la terquedad del Gobierno en descartar la firma de nuevos contratos.
Colombia durante el fenómeno del Niño estuvo a punto de un racionamiento, lo impidió el respaldo del parque térmico de generación y el 90% de este opera con gas, que tuvimos que importar en una proporción del 70% requerido a través de la regasificadora del Callao ubicada en Cartagena.
3) A la fecha aunque se flexibilizaron las sanciones por parte de EEUU, PDVSA sigue en la lista Clinton. Colombia solicitó hace rato autorización para que ECOPETROL pueda llegar a un acuerdo con ella y hasta el momento no la ha tenido. A futuro todo depende de los resultados de los comicio en Julio en Venezuela, si Maduro hace trampa para atornillarse veo muy remota la posibilidad de que EEUU mantenga la flexibilidad de las sanciones y más bien la endurezca, máxime cuando Biden está en campaña para reelegirse y en consecuencia no puede mostrar debilidad frente al dictador porque sería darle ventaja a Trump.
4) el déficit de gas natural previsto para el 2025 es solo temporal, toda vez que el hallazgo en el Bloque Tayrona(Gorgon y Uchuva), más el Sinú, en los que se estiman grandes reservas contingentes, que tardarán entre 2 y 3 años en declararse comerciales. Ello le aseguraría al país su autosuficiencia.
5) además de la incertidumbre política que rodea la importación de gas desde Venezuela está la dificultad de su transporte desde el Oriente, que es donde están las mayores reservas de Venezuela hasta el Estado Zulia, para empalmar con el gasoducto Antonio Ricaute(totalmente averiado) que se extiende hasta La guajira, los que demandarán tiempo e ingentes inversiones que una quebrada PDVSA no está en condiciones de asumir.
Añadiré que el mayor potencial en gas natural es offshore. Los del bloque Tayrona tienen la ventaja de estar cerca de las dos plataformas de Chuchupa, lo cual reduce los tiempos para tener disponibles las moléculas de gas de Uchuva y Gorgon para empalmarlo con el gasoducto de PROMIGAS que transporta el gas al interior del país.
En todo caso Colombia debe contemplar la importación de gas, como la que se hace por la regasificadora del Cayao en Cartagena como un respaldo, nunca como una dependencia. Sobre todo después de las dos lecciones aprendidas que deja la crisis energética de la UE, en el sentido de que la Transición energética no debe poner en riesgo la Seguridad energética y que tan importante como la seguridad energética es la soberanía energética!
Cota, julio 01 de 2024