Innovar no significa inventar solo cosas nuevas o sofisticadas, sino ser eficientes (en los procesos) y diferenciarse (en el valor final del producto o servicio).
Es crear valor para la empresa y para el usuario final. Esto se logra siendo innovadores en la empresa en sus diferentes áreas funcionales, administrativa, financiera, comercial y de operaciones, pero siempre pensando en beneficio del cliente o usuario, quien finalmente evaluará el producto o servicio y pagará o no, por este. En resumen, innovemos desde el diseño, las operaciones y la relación con el cliente.
La innovación ocurre en la intersección o interrelación de sus áreas funcionales de Diseño de producto o servicio (pensar la oferta de valor), de Operaciones y Financiamiento (producirla) y de Marketing y Comunicación (venderla). La innovación debe pensarse desde un principio sobre tres pilares: Originalidad (diferente), su factibilidad de producción (posible) y su facilidad de venta (vendible).
Este esquema se basa en la Cadena de Valor de Porter, quien consideraba a ésta como un proceso más lineal y sucesivo de acciones de diseño, producción y venta, que empezaban donde terminaba la anterior. Hoy día ha cambiado de lineal a integral, a causa de los cortos tiempos de vida de productos y servicios, cambios permanentes de gustos y tecnologías de producción y venta y una mayor necesidad de tener certeza absoluta de éxito. No se puede ni debe dedicar tiempo a diseñar algo que quizá no seamos capaces de fabricar a escala o en lo que el mercado no esté interesado a pagar por él.
Se debe decidir desde un ángulo o perspectiva teniendo en cuenta, que el producto o servicio, es mejor que lo que ofrece la competencia, lo podemos fabricar a costos competitivos y sostenibles tanto social como ambientalmente y lo más importante, le interese a nuestro cliente objetivo. Esto obliga a cada área a estar al día en las novedades del momento y actúe coordinada y sincronizadamente con las otras. Además, deben tenerse en cuenta factores de velocidad (El primero gana), de escalamiento (producir cantidades requeridas a costos adecuados) y de alcance (tamaño del mercado, precio, experiencia de cliente, aceptación y comunicabilidad).
Hay que saber observar las necesidades del cliente y no solo pensar en él, sino pensar como él. Esta vigilancia de mercados, la de la competencia y desde luego, la tecnológica, es tarea permanente para buscar nuevas oportunidades. Para efectuar estas acciones, debe contar con equipos multidisciplinarios y profesionales de diferentes disciplinas especializados en diseño, operaciones y análisis de tendencias que trabajen en equipo.
La mayor parte de innovaciones se lleva a cabo en el tema de Productos y Servicios, que a su vez es el más visible, para la gente del común o de a pie. En general se busca en sus presentaciones, empaques, funcionalidades y precios y desde la comunicación darlos a conocer. Ej. Los lácteos, tienen diferentes presentaciones, empaques, usos y segmentos de mercado de acuerdo con las características del producto.
Otro tema importante y sujeto de innovación es el mercadeo o sea la forma de llegar a posibles clientes existentes y potenciales clientes. La más revolucionaria es a través de Internet con el e-commerce y para esto se debe innovar en las formas de hacer la oferta, acompañar al cliente, manejo de logística de entrega, entre otros. Ej. Bancolombia
Por último, otro tema sujeto de innovación es en el modelo de negocio el cual se relaciona de manera directa con la estrategia empresarial, donde se fija la oferta de valor, el nicho o segmento y la relación con este, los canales, las actividades a seguir, los recursos y los aliados, todo alineado a la empresa. Ej. Yanbal Ventas por multinivel.
Por Ing. Jaime Fernando Rodríguez Rocha
@jfelempresario