El país cuenta con seis glaciares tropicales que son de suma importancia para la seguridad hídrica de la población.
Bogotá marzo de 2025. En el marco del Día Mundial del Agua que se conmemora este 22 de marzo, se hace un llamado para crear conciencia sobre la crítica situación que enfrentan los glaciares en el planeta.
De acuerdo con Greenpeace, Colombia alberga seis glaciares tropicales únicos en el mundo, ubicados en cuatro volcanes y dos sierras nevadas. Estos se encuentran hoy en una carrera contrarreloj para evitar su desaparición.
En el mundo existen 275.000 glaciares que almacenan el 70 % de los recursos de agua dulce y, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (WMO), estos se están derritiendo de manera muy rápida.
Estos gigantes de hielo, formados por la acumulación y compactación de nieve a lo largo del tiempo, desempeñan un papel crucial en la regulación del agua y el clima. Sin embargo, el acelerado ritmo del cambio climático amenaza con borrarlos del mapa en los próximos 25 años, desencadenando un efecto dominó devastador en ecosistemas enteros, desde los páramos hasta los ríos.
Riesgo de la seguridad hídrica de Colombia
Los glaciares y páramos tienen una relación muy estrecha. La niebla que emana de los ecosistemas de montaña se transforma en nieve al ascender, alimentando las masas de hielo.
Por otro lado, los páramos capturan el agua del deshielo, liberándola gradualmente y regulando el caudal de ríos y quebradas. La destrucción de los páramos, amenazados por actividades humanas e incendios, acelera la desaparición de los glaciares, comprometiendo la seguridad hídrica del país.
“El agua es un recurso vital para la existencia de la humanidad, por lo cual, se deben multiplicar los esfuerzos para conservar los ecosistemas y fuentes proveedores de este recurso, combatir la escasez y garantizar el acceso de agua en cantidad y calidad para todas las poblaciones”, expresa Yurani Palacios, Gerente de Responsabilidad Social de Pavco Wavin.
La experta dice que todos los colombianos deben unirse al llamado global para proteger los ecosistemas y con acciones pequeñas que se pueden realizar desde la casa hasta la oficina, se puede lograr impactar de manera positiva y mitigar los riesgos que lleven a una crisis hídrica.