Asaltos en cifras crecientes, recrudecimiento de los delitos callejeros, auge de la extorsión e incremento en los casos de asesinatos, es el dramático que deja la inseguridad que atormenta a la ciudadanía del Atlántico en estos momentos, lo que significa un cierre de primer semestre de 2024 muy doloroso para muchas familias en el departamento.
De acuerdo con las cifras que circulan en redes y de las que se abstienen de hablar las autoridades competentes, durante el mes de junio fueron contabilizados 66 asesinatos en el Atlántico, muchos de ellos en Barranquilla y su Área Metropolitana. Durante el puente festivo de San Pedro y San Pablo se registraron 16 muertes violentas, así como un espectacular asalto a la transportadora de valores Prosegur que significó el robo de por lo menos 15 mil millones de pesos.
Todo este clima de inseguridad que cada día es más preocupante en el Atlántico y Barranquilla, se produce cuando la gobernación del Atlántico y la alcaldía de Barranquilla invierten más de 200 mil millones de pesos en un nuevo Comando para la Policía Nacional, dotación de motocicletas, patrullas y equipos tecnológicos que en la práctica deberían traducirse en una lucha más efectiva contra las bandas criminales y el sicaraiato. Pero no. Lo que se percibe es miedo e incertidumbre entre la población.